viernes, 9 de julio de 2010

El poder de un deseo

Es extraño, pero recientemente me encontré con la experiencia más inusual e inesperada de mi vida en un aspecto quizá triste o decepcionante en mi vida.

Durante mi experienca en esto del contacto humano, en los vínculos que he formado con otros seres humanos (en especial con algunos seres del sexo opuesto), siempre me había esforzado en dejar en el recuerdo que tengan de mí una serie de vivencias. momentos y experiencias que los hayan hecho felices o les hayan dado alguna satisfacción o algún aprendizaje positivo, en dejar tras de mí momentos que puedan revisitar con la memoria y que al revivirlos mentalmente les dibujen una sonrisa en el rostro, en dejar huella, en hacerme imprescindible, irremplazable, en tener un lugar único que sólo yo pudiera ocupar... en dejar un espacio, un recuerdo, algo que tuviera un significado atemporal que lo volviera eterno.

Quizás esto derive en parte del deseo humano por alcanzar la inmortalidad (el cual no me es ajeno), pero recientemente tuve una experiencia iluminadora.

El ser que menos esperaba que me contactara para confesarme todas estas ideas que tantos se han callado y que pocos me han expresado de cierto modo (sin que pretenciosamente tenga que adivinar o suponer que así sea en todos los casos) me ha confesado la importancia que represento en el significado que para él tienen el tiempo y las experiencias que durente el mismo compartimos, además del vínculo que entonces forjamos, el cual ha sobrevivido hasta ahora, en mi caso transformado en un cariño relativo a una amistad entrañable.

Y he allí, en ese cambio que sufrió mi sentir hacia su persona, que su confesión, además de tardía (aunque no por ello menos gratificante y debida, sincera y educadamente agradecida por mí) representa una ligera tristeza.

El que me desnudara sus motivos, despojándolos de todas las capas de metáforas y alegorías con los que durante tanto tiempo los hiciera parecer inexpugnables e incomprennsibles, seguros y a salvo de mi entendimiento, me alegraron al reconocer en esa honestidad tan directa, sutil y sincera, el cariño natural e inocente que esperaría de un amigo con el que compartí vivencias y experiencias de vida similares, de alguien con quien pude sentir una empatía sincera en tiempos de conflicto y momentos de una dolorosa y tensionante serie de cambios que me llevaron a madurar un poco, de manera significativa, en mi vida. Pero lo triste fué escuchar, demasiado tarde, su anhelo por conservar lo que perdimos cuando disolvimos un vínculo que no alimentamos como debimos para hacerlo crecer.

El saber que la sombra que he dejado en el lugar que solía ocupar en el pedestal donde terminó alojando el recuerdo que tiene de mí, sea tan grande que eclipse a la mayoría de las personas con quienes llegue a crear vínculos tanto o más duraderos y significativos es como escuchar que has condenado a una condena de comparaciones no sólo a quien te recuerda, sino a quien deba ocupar un lugar tanto o más importante en sus afectos.

Es el daño colateral que en mi amargura y derrota deseé dejar, pero que en el fondo, sinceramente, deseé evitar.

Pero ambas cosas son simplemente los dos lados de la moneda del afecto y el apego.

Es también extraño ver que ahora que por fin tengo el amor que buscaba, ahora que soy feliz y plena en ese aspecto de mi vida, esa persona que me revela tardíamente sus motivos, deseos y sentimientos esté tan seguro de la sinceridad y autenticidad del vínculo que tengo con mi pareja.

Es algo triste y conmovedor.

Y ahora simplemente me conmueve el reconocer que sólo me queda un sincero afecto por un amigo que formó parte de un período de tiempo importante y significativo en mi vida. Que sin importar cuán tentadora pudiera resultar la idea de realizar su deseo de realizar lo que hace tiempo no logramos, ni siquiera me llama la atención ni deseo hacerlo.

Y esto se debe a que Amo a mi pareja. Profundamente.

Y fuera de mi complejo de darle a quienes quiero lo que desean con tal de brindarles un poco más de satisfacción y felicidad a sus vidas, no hay un amor distinto al fraternal o al de la amistad que me impulse a desear cumplir los deseos de quien recientemente me revelara el contenido secreto de su corazón. Y si el cumplir alguno de aquellos anhelos tuviera como consecuencia alguna fractura, brecha o daño a mi relación con mi pareja, estoy irreversible, total y absolutamente segura de que ni siquiera desearía hacerlo.

Extrañamente, aunque antaño esa persona ocupara un sitio importante entre mis afectos, y aunque aún le tengo un aprecio y un cariño sinceros, ya no siento el deseo de formar o restaurar aquel vículo que abandonamos entonces.


Y es cuando, inevitable y extrañamente, me veo a mí misma en la posición de quien, con toda honestidad, debe decir la frase que termina aplastando las ilusiones de un deseo profundo que tanto ha costado reconocer, a pesar de todo el tiempo, distancia y experiencia que ha sobrevivido enterrado en las profundidades de un corazón que finalmente lo confiesa a viva voz.

"Lo siento, pero no siento por ti la reciprocidad de lo que sientes por mí, y no hay nada en mí que sea similiar a tus deseos y que me lleve a desear cumplírtelos, como verás, sólo quiero ayudarte a ser feliz tanto y con la misma intención con que lo desea un amigo entrañable"

Me sigue extrañando que no haya superado mi recuerdo en ese sentido, y también me extraña mirar atrás y ver que aquel día en que le dí a elegir entre mantener o abandonar lo que entonces nos unía, yo solía desear construir algo a partir de allí, ese algo que curiosamente tengo ahora con mi pareja que no deseo lograr con nadie más. Lo cual ocurrió mucho antes de que yo llegara a conocer a mi pareja.

También me desconcierta por momentos el darme cuenta que efectivamente estoy olvidando sucesos y sentimientos que antes de conocer a mi Cielo, me había prometido no olvidar jamás.

Han sido una serie de conversaciones con otras personas las que me han revelado lo inolvidable y lo significativa que me volví sin que me lo reconocieran, hasta que fuese demasiado tarde, anhelando recuperar lo que abandonaron, todos y cada uno de ellos, quienes tuvieron el impulso (por el motivo que fuere) de confesármelo, quizás con la esperanza de lograr que volviera a ellos. Mientras, curiosamente, a petición de su abandono hacia mí, fuí olvidando los detalles de aquello que vivimos y que luego abandonaron para seguir con sus vidas.

Para luego confear que me eztrañan y quieren recuperarme, y como dije antes.... terminan confesándolo demasiado tarde.

Pero sólo uno de ellos puede presumir de conocerme más que los otros (pero lamentablemente para él, menos que lo que me conoce mi pareja =P)

Y en reconocimiento al valor y esfuerzo que le tomó confesar verdades tan profundas, he decidido dejar aquí las letras de un par de canciones que resonaron en mi imaginación, dándole vueltas cada que las escuchaba en la radio, o en la tele visión, en la computadora, etc.... siempre en el inconfundible timbre de su recuerdo, cual si fueran una transcripción del mensaje que hasta ahora logré recibir con toda claridad en su propia voz.

ENJOY.

Motel - Dos Palabras

Si el dolor nos separó
Si fue el temor
Tal vez los dos
Y ahora estoy
Buscándolo
Tal vez podamos saber
Que nos pasó

Porque
Hay dos palabras doradas
Que en el tiempo me encontré congeladas
Porque tu voz sonó a la distancia
Y el silencio se rompió en tu mira-da
Tu, tu, tú

Siéntelo, me he quedado en tu piel
Y tal vez recuerdes que ayer
Te vi creer

Porque
Hay dos palabras doradas
Que en el tiempo me encontré congeladas
Porque tu voz sonó a la distancia
Y en silencio recordé que,
No quiero olvidarte
No puedo olvidarte así
No quiero dejar-te ir
Dejarte ir
Dejarte... dejarte ir.

Bunbury - Confesión

Fue a conciencia pura
que perdi tu amor
nada mas que por salvarte
hoy me odias y yo feliz
me arrincono pa' llorarte
el recuerdo que tendras de mi sera horroroso
me veras siempre golpeandote como un malvao'
y si supieras bien que generoso
fue que pagase asi tu buen amor

Sol de mi vida
fui un fracasao'
y en mi caida
busque de echarte a un lao'
y por que te quise tanto, tanto
que en mi rogar
para salvarte
solo supe hacerme odiar

Y hoy despues de un año atroz
te vi pasar
me mordi pa' no llamarte
ibas linda como un sol
si se paraban pa' mirarte
yo no se si el que te tiene asi se lo merece
solo se que la miseria cruel que te ofreci
me justifica el verte hecha una reina
pues viviras mejor...
lejos de mi.

Sol de mi vida
fui un fracasao'
y en mi caida
busque de echarte a un lao'
y por que te quise tanto, tanto
que en mi rogar
para salvarte
solo supe hacerme odiar



Y para terminar, les dejo aquí la letra de otra canción, esta vez con un mensaje más profundo. De pronto, al escucharla, sentí como si fuera exactamente el mismo discurso que usó siempre conmigo. Y sólo es hasta ahora, ya pasado el tiempo, que gracias a esta última conversación puedo entender mejor sus motivos.


Aléjate de mí -CAMILA

Alejate de mi y hazlo pronto antes de que te mienta
Tu cielo se hace gris yo ya camino bajo la tormenta.
Alejate de mi escapa vete ya no debo verte.
Entiende que aunque pidas que te vayas no quiero perderte.
La luz ya, no alcanza, no quieras caminar sobre el dolor descalza.
Un angel, te cuida Y puso en mi boca la verdad para mostrarte la salida.

CORO:
Y Alejate de mi amor, yo se que aun estas a tiempo
No soy quien en verdad parezco y perdon, no soy quien crees yo no cai del cielo.
Si aun no me lo crees amor,
Y quieres tu correr el riesgo,
veras que soy realmente bueno en enganar
y hacer sufrir (ohh, ohhh) a quien mas quiero, a quien mas quiero.

Alejate de mai pues tu bien sabes que no te merezco
Quisiera arrepentirme y ser el mismo y no decirte eso,
Alejate de mi escapa vete ya no debo verte,
Entiende que aunque pidas que te vayas no quiero perderte
La luz ya, no alcanza, no quieras caminar sobre el dolor descalza.
Un angel te cuida Y puso en mi boca la verdad para mostrarte la salida.

CORO:
Y Alejate de mi amor, yo se que aun estas a tiempo
No soy quien en verdad parezco y perdon,
no soy quien crees yo no caa� del cielo.
Si aun no me lo crees amor,
Y quieres tu correr el riesgo,
veras que soy realmente bueno en enganar
y hacer sufrir y hacer llorar a quien mas quiero, a quien mas quiero.
Ohhh, ohhhh
Alejate de mi amor, yo se que aun estas a tiempo
No soy quien en verdad parezco y perdon, no soy quien crees yo no cai del cielo.
Si aun no me lo crees amor,
Y quieres tu correr el riesgo,
veras que soy realmente bueno en enganar
y hacer sufrir(ohh, ohhh) a quien mas quiero, a quien mas quiero.