VIENTOS DE CAMBIO - Primera Parte

Era un Tarde de Otoño, quiás como cualquier otra. La fresca brisa de los bosques anunciaba que estaban cercanas las primeras nevadas en Dakota del Sur, donde se encontraba la reserva natural "Evergreen" y el campamento de la People Association for Integration of the Nation (P.A.I.N.).

Hac{ia algunos meses que el campamento hab{ia comenzado a funcionar, y ya ten{ia campistas de todo tipo, desde criminales inmisericordes y sin arrepentimientos hasta pobres chicos confundidos o con problemas de adicciones.

Durente las pocas semanas en las que el Coronel Midway de Infantería del Ejército de los Estados Unidos estuvo al frente del campamento había mucho orden y disciplina... pero también había miedo.

Quizás era por los chicos huraños que hab{ian llegado recientemente... drogados y confundidos. Tardaron varios días en despertar, pero cuando por fin lo hicieron, en vez de comportarse, retaron al coronel hasta agor¿tar su paciencia, momento en el que todo el mal y el caos ocurrieron.

Todo fué como una ppesadilla... incontables monstruosidades salieron del salón de arresto del campamento y comenzaron a aullar espantosamente... luego los militares y la policía trataron de ahuyentarlos, pero todo parecía inútil... los campistas fueron aplastados y masacrados por un enorme gusano, una pulga gigante y fieros monstruos con cabezas de lobo...

Al final.. los mounstruos con cabezas de lobo aullaron por última vez, heridos y sangrantes... y se fueron. Pero una risa histérica y temible se escuchaba aún, hasta perderse en el viento.

Fué entonces cuando la mujer, hermosa y seria, se asomó de entre las sombras, con una cruel sonrisa en sus labios. Tomó su celular y conversó largo rato... hasta saber lo que quería. Luego ordenó por teléfono un viaje en avión a Canadá, y se fué tan rápida y misteriosamente como llegó.

Dentro del bosque, huyendo del caos, unos Garou cazaron y durmieron, hasta encontrar un túmulo recién abierto. El espíritu del Túmulo los recibió preguntando por "Camina-en-el-Viento" y lo encontraron malherido e inconsciente. La undina del Túmulo lo curó (pues era un muy poderoso túmulo de curación al que pertenecía) y pidió que trajeran a otros garou que cuidaran del túmulo, porque los garou que la despertaron eran solamente unos cachorros y no sabían lo que debía hacerse.

Así, salieron los cachorros en busca de otros Garou, encontrándose en el camino con "Los solitarios", un grupo de Garou que llevaban en sus pieles las marcas del llanto de Gaia por haber fallado en abrir túmulos en alguna ocasión. Ellos habían renunciado a sus clanes y manadas por la vergüenza de haber fallado en tan noble misión. Pero tras ser compensados por Gaia con la promesa de salvar un túmulo recién abierto, aceptaron con honor sus nuevas responsabilidades en el "Clan de las Olas Nevadas", donde Susurra-en-el-Vacío y Camina-en-el-Viento rindieron honores alos Garou que dieron sus vidas para abrir el túmulo, enterrando sus cuerpos y aullando a la Luna por la gloria de sus espíritus.

Pasaron después unos cuantos días, en los que Camina-en-el-Viento educ{o lo mejor que pudo a los cachorros en el camino del Garou, la Letanía y el servicio a Gaia, contándoles lo que sabía de las Tribus de los Garou y el renombre, de su misión en la vida y del honor que significa ser Garou. Durante ese tiempo, Susurra-en-el-Vacío logró abrir el Puente Lunar del Túmulo y ´se comunicón con el Clan del Prado, en Canadá, para pedirles amablemente que aceptaran un intercambio de manadas de cachorros para su Rito de Iniciación en señal de buena voluntad. el Clan del Prado accedió y se acordó el intercambio para la siguiente Luna Nueva.

Y así, Los jóvenes cachorros Gio, Daniel, Karl, Natalye y Wuf, encontraron a su gente y su destino, con la esperanza de representar en papel que debían jugar en el destino de la Tierra y ansiosos por conocer el reto de su entrada al mundo Garou.