lunes, 25 de noviembre de 2013

CADENAS


Hola de nuevo, mis queridos lectores. Muchas cosas han cambiado desde la última entrada.

Durante este tiempo me ha dado por pensar de manera recurrente en el tema de hoy. Gracias a una pequeña y breve lectura pude por fin darle nombre a la entrada de hoy.

Se preguntarán qué sentido tiene que hable hoy de este tema, cuando quizás no sea para nada congruente con mi estilo ni tenga sentido que alguien como yo, que tanto habla de vivir sin cadenas, elija este tema.




En verdad, tiene mucho que ver con muchas cosas que he pensado. Además, Últimamente ha resonado en mi cabeza la incomodidad de no poder actuar como me nazca. Ya sea por compromiso social, por afecto, por simpatía, por aprecio, etc... el caso es que me he dado cuenta de que no en toda ocasión hago lo que me place.

Al menos, cuando estas situaciones se dan, me gusta pensar que me contengo por algun bien mayor, más importante que mi volluntad en el momento.

He renunciado a mantener caprichos insostenibles, a soportar retos autoimpuestos que resultan absurdos, a demostrar/probar cosas, etc.

Y para pasar el trago amargo derivado de contenerme, me he convencido de que es por "poner mi granito de arena" para que la situación en cuestión mejore.



Hay desde cosas tan simples como evitar responder a algo cuando estoy verdaderamente molesta, hasta dejar de hacer/decir algo que en verdad me nace.



Soy una mujer de pasiones, visceral. Y aunque procuro que mi razón y mi  lógica lleven la misma velocidad e intensidad que mis emociones, no siempre pasa.

Así como el fuego del elemento que caracteriza mi signo, mi voluntad arde, quema y a veces hasta acaba por consumir lo que quiero. Así que alguna forma de mesura debía yo encontrar para intentar contrarrestar el resultado negativo de esto.

Hace poco recordaba lo valiente y decidida que siempre he sido por principio. Cómo nunca me ha costado esfuerzo alguno hacerme notar, hacer oír mi voz o hacer conocidas mis ideas e intenciones.

Claro que en un mundo donde todo el mundo toma sus propias decisiones, el ser como soy no augura garantía alguna de éxito (por ilógico que resulte)

Así que al parecer, en mis años de experiencia en esta senda llamada vida, existe un juego para lograr el éxito, y entre sus reglas, está el secreto.

Y el secreto en sí es algo quizás tan peligroso como la verdad. Hay que tener cuidado con ambos, como todo buen par de extremos, cualquiera en exceso es contraproducente.

La verdad es que no puedo simplemente ir por ahi diciendo lo que ´pienso a todo el mundo, tampoco haciendo saber lo que quiero y mucho menos pidiéndolo. Hay que construir si se desea tener la más mínima dosis de éxito.

Y nisiquiera esto es una garantía sólida.

En fin.

Cadenas y más cadenas me he ido poniendo encima al paso de los años. Y sólo hasta ahora me volví consciente de la dimensión y peso de muchas de ellas.

A partir de ensayo y error, de desear cada vez con más anhelo el lograr hacerlo bien (al menos mi parte), me he ido ajustando poco a poco a un modelo. Un modelo que contiene silencios, esperas, negociaciones y demás elementos que solían desesperarme bastante más que ahora.

Me dió hace algunos años por leer algunos libreo que mucha gente me recomendó por razones y circunstancias diferentes:

- Los hombres son de Marte y las Mujeres de Venus
- Porqué los hombres aman a las Cabronas

Y además, ví algunos materiales sobre las relaciones de pareja.


Finalmente, cada uno creía tener su receta del éxito con garantías.

Lo curioso de todos es que siempre encontré algún tinte sexista y un tamto manipulador en la gran mayoría de ellos.

Un ejemplo burdo viene del libro de Sheryl Argov. Para mi gusto, y en resumen, más allá de buscar rescatar el amor propio de la mujer, termina otorgando una "receta del adiestramiento masculino".

Por algún motivo aún me molesta un poco releer pasajes del libro y sentir que promueve que al hombre se le trate como un perro, permiándole por buenas conductas y castigándole por las negativas, como si se tratase de enseñar al hombre a hacer trucos para obtener lo que quiere.

Y quizás haya quienes se compren felizmente tal trato. Pero me dá por pensar que un hombre verdaderamente inteligente sabrá ver a través de ello, usar el adiestramiento a su favor, obtener lo que quiere y marcharse cuando se aburra de jugar el mismo y cansado juego.

Tampoco fuí muy feliz cuando me trataron como perro e intentaron adiestrarme.

He de reconocer que no soy muy buena reconociendo patrones de conducta cuando estoy involucrada, que me cuesta trabajo leer a las personas y sus intenciones, etc...

En el fondo, mi ego fué lo que me mantuvo intentando superar el juego de hacer X cosa para obtener Y premio. El juego de la zanahoria y el caballo me cansa con cierta rapidez, a menos que la zanagoria en verdad valga el esfuerzo por la satisfacción que brinde a cambio de todo el sacrificio.



"No pierdas lo más por lo menos"



Esta idea viene a colación porque tiene que ver con el porqué acepté leer la "versión masculina" del mismo punto de vista.

De primera instancia me pareció un coco-wash para hacerle creer a la mujer que ella tenía la culpa de todo.

Que el adoctrinamiento femenino sólo produce hombres infelices y que las mujeres tienen que dejar de creer en sus propias recetas de generaciones para tener relaciones duraderas.

Aunque no concuerdo con muchos de los preceptos del adoctrinamiento de género (sobre todo del femenino, que es el que mejor conozco), no quiere decir que esté de acuerdo con que la mujer deba ser la "eternamente inalcanzable chica fantasía", o que deba dejar de lado la confianza que tiene en su entorno (con todo y sus opiniones)

Me parece obvio que una chica verdaderamente inteligente se dará cuenta que quien la ama, lo hará por su autenticidad y no por su esfuerzo.

En fin, esto del amor es un lío, y yo soy otro lío más grande.

Hace poco, con tal de no perder la relación que tenía (de alguna manera) me resigné a aceptar dejar pasar mil cosas, desde una relación indefinida y oculta, hasta a olvidarme de mi curiosidad por otras personas.

Un buen día, alguien me dijo: "Felicidades, le has soportado tantas cosas, que puedo decir que le perteneces"

Es curioso, porque la misma persona, tiempo atrás, se había marchado para evitar forzarme en tal papel.

Supongo habría algún tinte de celos en su declaración, pero me abrió los ojos.

Ya había yo soportado mil cosas en sielencio, sin quejarme siquiera, esperando.... esperando que mi sacrificio valiera la pena, sin confrontarle, sin definir límites... sin hacer que la situación fuese tan seria y determinante como debía ser.

Ya había pasado años de repetir el mismo ciclo, desdibujando cada vez más los límites con cada repetición.

En vez de conservar terreno alguno, lo seguía perdiendo.

Lloré, sufrí, me angustié durante días, etc... antes de llevar a cabo la decisión que había tomado.

Finalmente me armé de valor y confronté mi realidad, muy a mi estilo de toda la vida, muy a la manera en que siempre, en el fondo, he sido.

No perdería nada con definir la situación yo misma, con hacer saber de manera clara lo que quería, cómo lo quería y cuándo lo quería. Si la otra parte decía que no, sólo tenía que definir el límite que se crearía a partir de esa decisión.

Y fué así como terminó mi relación. O al menos, cómo le dí por fin clausura y cierre.

Él no estaba dispuesto a dar lo que yo quería (sin mencionar lo que yo merezco) ni a tratarme como corresponde a la relación que yo quería.

Terminé por darme cuenta que había pasado años tratando por todos los medios que me parecieron los más inteligentes y los mejores, de convencerlo de hacer lo que yo deseaba, quería y hasta cierto punto, necesitaba. Años en los que quizás no hubiera valido la pena ni haberle buscado de nuevo. De todas formas, no iba a lograr lo que quería.

Por algún tiempo obtuve un poco de ello. Pero en verdad habían pasado muchos más días de no obtener lo que quería. Días que, si lo veo desde otro punto de vista, hubiese estado mejor sola.

No me gusta ser así de rencorosa ni arrogante. Agradezco y aprecio las cosas buenas que tuve. El resultado no fué el que yo esperaba, pero tampoco fué malo todo el tiempo.

Al menos probé con mil y un cosas distintas, algunas nuevas XD

El caso es que le encontré utilidad a las cadenas. A ponerme ciertos límites para ayudarme a no sobrepasar los que otros me marcasen. Entendí que no por desear algo tenía que buscar imponerlo, aunque mereciera obtenerlo.

Apún me estoy ajustando a andar entre un límite y el otro. Mis pasiones me llevan a confesarlo todo, sobre todo en cuanto lo siento, a hacerlo todo, sobre todo en cuanto tengo el impulso de hacerlo...

Pero hacer eso es sólo hacerle caso al Caos, al fuego dentro de mí.

Hacer eso es no poder cultivar la planta que tanto quiero, es volverla cenizas con el simple roce de mis dedos.

Necesito de vez en cuando las cadenas que me atan, las que me llevan a pensar antes de hablar, a escuchar antes de hablar y a observar antes de actuar. Si en algo me pongo cadenas, es porque no sólo me importa mucho, como para que me sienta apasionada hacie ello... sino que también lo valoro con toda mi inteligencia... lo suficiente como para esforzarme en tener la mesura adecuada para propiciar que la otra parte involucrada me ayude a cumplir mi deseo. Si tengo cadenas, es para poder convivir mejor con los que me rodean, en lugar de ser una llama que todo lo consume a su paso.

La vida es muy corta para no hacer lo que uno quiere.... pero también lo es para no tener cuidado con lo que uno hace y con cómo lo hace.

Si en algo he crecido en la vida, es en poder decirme a mí misma: Si no se dieron las cosas, no fué por mi falta de esfuerzo.

Y aunque parezca ilógico. Ponerme cadenas, ponerme límites, callar de vez en cuando, sobre todo cuando hay tanto que quiero decir... representa más esfuerzo que sólo abrir la válvula y dejar todo salir...

Pero también guarda la preciosa posibilidad de lograrlo.

Al fin y al cabo, como dicen en Dr. House en algún capítulo:

"You can´t always get what you want..."   (but it does not mean you don't try everything in your power to get it ;) )

Bueno, mis queridos lectores, ya nos veremos luego.

Me ha dado últimanente por la escritura críptica de antaño... la que estaba plagada de símbolos y mensajes.... pero no estoy aún segura de cuánto me dure el gusto ni la motivación :P

En todo caso, espero ya tener menos abandonado este espacio en los próximos días.

PD. Espero subir las imágenes del #ChingomilDaysChallenge que acepté tomar por hacerle compañía a mi querida amiga Kai y por probarme si en verdad puedo dibujar tanta cosa. el resultado me dirá si tengo a´gún talento gráfico todavía jajaja.

See ya! :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario