domingo, 4 de noviembre de 2012

Sin Palabras.

Esta canción me ha robado todas u cada una de las palabras y frases que durante tanto tiempo he querido expresar de la manera perfecta.

Adoro a este artista. Continuamente sus canciones llegan a lo más profundo de mi sensibilidad...

Con decirles, lectores míos, que esta canción en verdad me arrancó lágrimas todo el tiempo que duró la primera vez que la escuché.

Supongo en verdad expresa muy bien lo más noble y generoso de mi naturaleza. Lo que he aprendido y aquello en lo que de alguna manera me he convertido.

... "Al menos ahora sé que puedo amar, y que sé hacerlo"...

Y, como siempre... no me arrepiento de nada. Siempre valió la pena todo lo vivido.

Les dejo acá la canción para que la puedan disfrutar.

Atte.

Gaby. (Felicia)

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lunes, 24 de septiembre de 2012

TAN SOLO PIDO



Letra:
Me quede sin tu mirada
Sin darme cuenta la soledad
Me despertaba

Te esperé como siempre en mis sueños
A que llegaras
La madrugada me recordó
Que ya no estabas

Tan solo pido que todo sea como antes
Besar tu frente y abrazarte

Tan solo pido
Que tu recuerdo me haga sentir vivo
El tiempo pasa voy muriendo y necesito estar contigo
Tan solo pido
sentir tus manos cundo llegue el frio
Recuperar lo que ayer sin merecer
Nos arrancó el destino

Yo creí tenerlo todo
Solo a quedado un recuerdo gris
Y un cielo roto
Sigo aquí enmudeciendo
Mi alma que grita por ti
Mirando al cielo
Hoy no te tengo

Tan solo pido que todo sea como antes
Besar tu frente y abrazarte

Tan solo pido
Que tu recuerdo me haga sentir vivo
El tiempo pasa voy muriendo y necesito estar contigo
Tan solo pido
sentir tus manos cundo llegue el frio
Recuperar lo que ayer sin merecer
Nos arrancó el destino

Solo pido
Que tu recuerdo me haga sentir vivo
El tiempo pasa voy muriendo y necesito estar contigo
Tan solo pido

Me quedé sin tu mirada
La madrugada me recordó
Que ya no estabas...

lunes, 17 de septiembre de 2012

enanitos verdes tus viejas cartas letra



Curiosamente recordé esta canción una noche, caminando en solitario.

Y hoy, más que ayer, cobra sentido.

Sigo queriendo regalarte lo mejor de mí.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Viaje Astral

Me veo en la necesidad de escribir esto, antes de que lo olvide.

Todo es curioso, como sacado de alguna película de animación o algo así.

Es misteriosos y enigmático.

De nuevo, en uno de mis locos desvelos temporales por insomnio, en una noche sin estrellas, soñé.

Soñé desde mi tristeza en mi despierta lucidez, serenándome poco a poco, preocupada por cómo me ve el mundo ahora que me falta el amor que creí sería mi "para siempre", hablando con el Universo en quedas palabras, buscando y pidiendo si infinitamente sabio consejo. Poco a poco me sumí en un profundo sueño, abrazando a Nova y a Micho, como todas las noches, en mi ahora solitaria cama. No sé si lo soñé o era verdad, pero cual vapor, pequeñas emanaciones de algún suave humo blanquecino se elevaban al infinito.

Dormí, y en aquel estado de suave trance soñé con un lugar que por alguna razón creí era un barco sobre un inmenso mar, donde muchas otras personas y yo seguíamos las instrucciones y consejos de un ex-militar, el cual era un hombre de fuertes músculos y ampla experiencia, que por alguna razón juzgué como un hombre sabio.

Nuestra actividad consistía en trepar hacia el cielo, a través de una bruma que de alzaba a pocos metros sobre nuestras cabezas.

Mientras otros lo hacían sin gran esfuerzo, cual trepando en cuerdas invisibles, yo me asía a una soga gruesa y resistente, que ligeramente serpenteaba hacia el infinito de la bóveda celeste. Era de noche, quizás ya bien entrada la Luna a su Cenit, aunque no podía verla, sólo se asomaban algunas estrellas, las más pequeñas, brillando tímidas, a observar la aventura de aquel grupo de personas, todos aventureros, encaramándose hacia el cielo.

El ascenso extrañamente me costó menos trabajo al subir por aquella cuerda que misteriosamente se movía sinuosa como serpiente, pero al mismo tiempo inofensiva y serena. Los demás me miraban con un tanto de aprehensión, cual si mi cuerda que inexplicablemente se erguía hacia el profundo cielo nocturno fuera a desplomarse sin razón alguna. Y yo confiaba, cual niña pequeña, con aquella fe y certeza que sólo dan la inocencia y el amor en ciega confianza.

Y mi cuerda no se desplomó.

Fui quizás de los primeros en llegar a una pequeña extensión de verde pasto que conocía bien. Era como una sabana diminuta, verde y alto pasto creciendo por doquier. Era la cima de aquella montaña de mi niñez, en la cual podía encaramarme a los árboles cuando era pequeña y sentirme libre y en paz, tanto como para dormir pequeñas siestas en las ramas de sus gigantes sabios y serenos, que cantaban al viento el murmullo de sus hojas, que me servían de mantra y canción de cuna. No necesitaba un Titanic. Desde aquellas pequeñas cimas yo me sentía la criatura que vencía al mundo que pretendía aprisionarme, robarme la libertad que me daba mi infantil imaginación.

.Sobre la verde y alta hierba descansaban por la orilla Sur, y hacia el Oriente, una manada de Leones jóvenes, machos y hembras por igual. La mayoría los rodeó con cuidado. Yo no. Yo, cual si fuera alguna encantadora de leones, me mezclé con ellos, a saludarles cariñosamente, cual si fuese una más de ellos, cual si nunca hubiera dejado de ser parte de aquella enorme manada.

Y apareció mi fiel compañera de casi toda mi vida joven. Mi adorada Manchas. Mi querida mascota que estaba conmigo siempre. Era ágil y feliz como en sus mejores días, alegra y cariñosa, sin miedos. Corría por la orilla de aquel lugar y luego hacia mí, jugando a las carreras como antaño lo hiciéramos cada noche, cuando llegaba de la escuela y salíamos a pasear. Los demás trataban a la manada con respeto y reverencia, cual si les temieran y no se atrevieran a siquiera incomodarles en su lugar de reposo.

Yo, en cambio, aunque sabía que se disponían a dormir y buscaban cada cual su lugar para descansar, me acerqué a las demás personas, pues me llamaba para irnos. Ya era hora de regresar. Me despedí cariñosamente de algunos de los leones que encontraba a mi paso, y aunque más de uno protestaba, ya fuera porque les interrumpiera al acurrucarse para dormir, o por mi partida, con cariñosas despedidas les calmaba.

Fue entonces que pensé: Esto ya lo he hecho antes.

Ni Manchas ni yo nos queríamos ir. Aunque sabíamos que debíamos hacerlo. No quería tampoco despedirme de ella, y curiosamente tampoco aparecieron en aquel viaje astral ninguno de mis gatos que alguna vez fueran mis mascotas. Darme cuenta de ello me entristeció un poco.

Desperté sobresaltada, pues percibí un aroma conocido: Pasta de dientes. Recordé me había cepillado los dientes en el baño antes de ir a dormir... y desperté sobresaltada, con la necesidad de escribir mi sueño antes de poder olvidarlo. Miré hacia mi ventana. Aún era de madrugada. Quizás no habrían pasado ni dos horas desde que me dormí.

Otra noche triste sin dormir, sin paz.

Pero sé que este sueño significaba algo, y mientras me acomodaba para dormir de nuevo, guardando en mi memoria cuanto pudiera de este sueño, me dí cuenta que sin mirar mi cuerpo, me sentía cual si habitara el cuerpo de una Leona, dispuesta a acurrucarse y dormir la necesaria y reparadora siesta, tranquila, cual si estuviera en mi territorio, mi dominio.

Pero sabía que en la realidad, yo ya no dominaba nada, que tan sola como me veía, todos me juzgaban pequeña e indefensa, digna de lástima, impotente ante un mundo que parecía devorar a quienes se quedan solos e indefensos... como yo.

Sabía nadie veía a la Leona en mi interior, que todos de alguna manera se compadecían e mi tristeza y abandono. Que todos, al igual que yo, querían verme en un dulce y seguro "para siempre"... aunque no lo dijeran textualmente.

Y soné de nuevo. Soñé que podía hacerle trampa al mundo y ser todo lo que no se supone que soy., acumulando documentos, información, experiencia, para mostrarles su error de juicio sobre mí y sobre mi circunstancia.

curiosamente ese sueño tampoco ayudó mucho.

Desperté de nuevo con el sol en mi cara, olvidada la sensación de la confiada y poderosa leona en mi cuerpo. El calor del Sol me incomodaba y su luz me ahuyentó, cual si no debiera yo de estar allí, cual si la noche, oscura, fría y nostálgica fuera mi verdadero elemento.

Me sorprende despertar tan temprano y no tener más que responsabilidades que atender. Rutinas. Cosas que me empeño en hacer con energía, si no con gusto, para mantenerme ocupada, para ser productiva...

Para no pensar ni sentir, en la medida de lo que me es posible, esta triste mezcla de incertidumbre, ansiedad y abandono que siento.

Perdí mi cielo, mi "para siempre", y siento que fue por no ser suficientemente buena para ello.

Perdí la cosa más convencional y única que he tenido y querido jamás.

Y mi mundo pierde todo sentido, toda cohesión, sin ello.

Una parte de mí ya lo ha dejado ir, con todo el poco aplomo y dignidad que le queda.

La otra parte aún se pregunta qué haré.

No quiero una vida de rutinas vacías, donde sólo espero desaparecer.

Ya he estado antes allí, antes de conocer a mi Nube, y no quiero volver. Me basta mirar a mi madre y abuela para ver lo triste de aquella existencia.

Pero tampoco encuentro mi alegría, ni mi pasión. Todo se me ha quedado a medias con su partida.

Quise lo más convencional, de quien no es convencional para nada.

Y era feliz en esa dicotómica contradicción.

No creo haberme conformado simplemente. Nada me parece tan bueno como lo que tuvimos.

Miraba a parejas más entradas en años, y quería llegáramos a ser viejitos juntos. Verle a diario al despertar...

Y todo eso es ahora polvo en el viento.

No sé a dónde voy y siempre tengo la impresión, la sensación, de que me hace falta, de que todo es incompleto sin Él.

Pero sigo adelante.

No quiero verme sola y abandonada, resignada a mi soledad.

No después de haberle conocido y haber compartido un hermoso paraíso.

Pero no puedo hacer todo esto sola. Falta que él haga algo por rescatarlo. Y no lo ha hecho aún. Quizás nunca lo haga.

No quiero existir triste. No encuentro nada que me parezca mejor que él. Y no es como si me la hubiera pasado buscando. Es sólo que aquello que se me aproxima no es él, ni es de mi agrado.

Me he visto en la necesidad de recordarle a otros lo que significa "especio personal".

¿Porqué el mundo parece no entender qué me hace falta?

Porqué pareciera decirme que mi mundo es oscuro, pequeño, triste, sin chiste, y que no soy más que una pequeña cosa gris que nadie mirará como un vitral, lleno de color, para amarle?

¡Es que el amor murió en este mundo?

Es acaso que el único amor humano que me queda es el de lo poco que conservo de lo que alguna vez fué mi familia?... ese par de personas maravillosas que ahora sólo esperan irse de este mundo?

Es acaso tal existencia lo único que me queda por delante?

A dónde fue toda la magia, la creatividad, los sueños.... a dónde se fue mi amor?

Acaso la luz de mi Luna, tal cual como sucede en el universo, es prestada por el Sol de mi vida, y sin su luz no soy más que roca gris y fría?

No me he desencantado del amor. Lo conocí plenamente y luché con todas mis fuerzas por mantenerlo vivo, aunque quizás fracasé.

Pero en verdad, cual el mundo de Daria, el mío es pequeño, enfermo y triste.

Sólo me falta que cuando me compre por fin mis lentes, me vea igual a ella, jaja. (Ironía)

Mi madre siempre me dijo que le recordaba a mí.

Y bueno, mis queridos lectores. Tengo quehaceres pendientes.

Gracias por leer mis desvaríos de nuevo.

Espero escribir algo creativo pronto y remover algunas tristes telarañas de por aquí.

Les debo al menos un par de sonrisas en sus rostros y alguna aventura épica.

Dream of kittens!!!  ^_^


noches sin Luna, días sin Sol

Me siento sola.

Estos días, a pesar de haber recuperado mi sentido del humor, mi apetito, mi capacidad para concentrarme en algunas cosas y hasta un tanto de mi creatividad... no es suficiente.

Me sentía tan segura a tu lado. Tenía un hermoso cielo... un paraíso. Lleno de sonrisas, de alegría, de ilusión y esperanza.

Sentía que había triunfado.

Teníamos ya una semblanza de una vida en pareja.

Podíamos dormir juntos. Nuestra vida íntima era genial. Nos disfrutábamos tanto...

Podíamos desayunar, comer y cenar juntos. Disfrutábamos del rol, del cine, de la lectura, de las caminatas y paseos... de aquel inolvidable campamento en Las Granadas...

Tu familia y la mía, nuestros amigos, nuestros mundos compaginaban tan bien.

Podía salir contigo a todas partes...

Pudimos comernos el mundo... juntos.

Pudimos haber tenido una hermosa familia. Un hogar lleno de risas y amor.

No importa a dónde mire o en dónde busque. Sé que es a ti a quien busco, sé que es la calidez de tu abrazo, el calor de tu cuerpo, el sabor de tus besos y la profundidad de tu mirada, inexorable y llena de amor lo que persigo.

Me siento tan vacía sin ti. Es un hueco enorme, un abismo que me queda por dentro sin ti.

Pudieron haberme pasado tantas cosas en tus cortas ausencias... y nada era mejor que tú para mí.

No sé si este amor ya estaba muerto desde hace mucho.

Pero tu cariño, tus atenciones, tu protección me decían siempre que me amabas.

No supe ver que te perdía... o que quizás ya te había perdido.

Nunca me gustó que en cada una de tus crisis personales, yo saliera sobrando.

No me gustaba sentir que no era suficiente para ti, ni con toda mi genialidad, mi locura, mi alegría o mi hermosura... que ni todo mi amor podía traerte a mí.

Que no te llenaba.

Me moría por hacerte feliz, por impulsarte, motivarte y ayudarte, por acompañarte en cada paso del camino, por estar ahí cuando necesitaras a alguien...

Y el darme cuenta que de nuevo yo sola sostenía un amor, de nuevo imposible... me es devastador.

No encuentro la manera de salir adelante emocionalmente sin ti.

Te extraño, te necesito a mi lado... y no encuentro la manera de tocar tu corazón y tu vida como tú tocaste mi vida y mi ser.

Extraño tus caricias, tus abrazos, tus besos, tu mirada y hasta tu voz. La manera en que siempre me arrancabas una sonrisa, los momentos en que me hacías cosquillas o me enfurruñabas, para sonreír de una forma tan espontánea, divertida y cálida.

Nunca me gustó hacerte sentir que yo era una carga. Siempre quise darte lo mejor de mí y me atormentaba que no fuera suficiente.

Y ya nada me es suficiente sin ti.

Me haces falta, de una manera terrible.

Miro mi vida sin ti en ella y me parece tan poca cosa. No puedo evitar sentir que con tu partida perdí algo muy importante.

Estos ataques de ansiedad que me dan por no tenerte a mi lado, ahora que te has ido... amenazan con volverme loca, y en un sentido nada agradable, debo decir.

Un amigo me dijo que no necesito un hombre a mi lado.

Pero me sigues haciendo falta.

En cada paso que doy, a donde quiera que miro, veo un fragmento de nuestra vida juntos... y no me hago a la idea de haberte perdido. De haber perdido un amor tan grande y hermoso como el que tuvimos.

Fueron años hermosos. Y creí que conducían a una vida aún más bella.

Y no puedo creer que se haya terminado así, de una forma tan abrupta,aunque haya pasado tanto tiempo en el que te fuiste alejando.

Me dijiste la última vez que nos vimos, antes de que te decidieras a irte de mi vida, que no querías sentir que me descuidabas.

¿Y cómo le llamas entonces a abandonarme así?

No entiendo cómo este adiós sea tu modo de cuidarme.

Habría sido tal vez más sencillo para mí (aunque no mucho, debo decir) si hubieras sido un patán.

Pero todos tus cuidados y cada cosa buena que hiciste por mí me decían que me amabas, que querías mi bienestar. Que querías estar conmigo, que añorabas que siguiéramos juntos.

Debo aceptar que era muy cómodo estar a tu lado. Nos complementábamos de un modo tan natural... era tan sencillo estar a tu lado, a pesar de lo insegura que a veces pudiera sentirme de que te quedaras a mi lado.

Era estar motivada y animada a darte cada día algo que valiera la pena. A darte al menos en pequeñas dosis, lo mejor que tenía para ofrecer.

No quiero pensar que no me hayas valorado.

Aunque también sé que debemos madurar y cerrar círculos. Que tenemos que elevarnos por encima de nuestra comodidad para hacer nuestras vidas.

Sólo no quiero perdamos este enorme amor, esta posibilidad de una hermosa vida juntos...

Sé que prefieres pelear tus batallas solo.

Y no sabes cómo te admiro, cómo te veo. No es que seas mi ídolo absoluto, pero valoro cada paso que das y el esfuerzo que cuesta cada uno de ellos.

Te deseo lo mejor. Y eso no evita me sea insoportable imaginarte siquiera con otra. Con alguien que te llene más que yo. Que alguien pueda darte más de lo que yo te dí.

Supongo es un algo muy egoísta de mi parte.

No quiero para mí alguien que no sea mejor que tú.

Y no sé dónde ni cómo encontrarlo... o si ese alguien, si es que existe, me vaya a hacer caso.

Mi cama se siente vacía sin el calor de tu cuerpo, mis sábanas carecen de tu aroma... Y a mi almohada le hace falta tu presencia.

Había olvidado, en estos dulces años, lo que era sentirme sola, tan limitada...

Me pregunto cuáles son mis alcances sin ti, sin la sombra protectora de tu amor, de tu inagotable sonrisa, sin la fuerza de tu carácter...

Y no quiero sonar dependiente, en serio.

Te dí un lugar, tu propio espacio en cada rincón de mi vida. Te acogí entre mis brazos, sin la idea de separarnos jamás.

Todo habría sido tan diferente si desde el principio hubiéramos elegido hacer de esto algo mucho más ligero, más pasajero.

Pero me dí la oportunidad de amarte por completo. Con todas tus virtudes y defectos.

Y te amo como jamás pensé amar a nadie.

Y no sé qué hacer con tanto amor ahora que te has ido.

Y es que este amor no puedo repartirlo. Es tuyo. Es para ti.

¿Qué hago yo ahora con todo esto que tengo atorado, que clama por tu amor para ser completo?

¿Qué hago conmigo?

Me siento tan miserable, tan triste, tan... reducida.

Me siento tan vacía.

Quisiera acercarme, llamarte, buscarte...

Quisiera recuperarte.

Pero no estoy segura de lograrlo, por más que quisiera, porque no puedo leerte.

Porque sé que hay tantas cosas que te guardas y que quizás nunca sabré.

No sé si sólo te hartaste de mí, si te aburrí, si en verdad necesitabas tanto alguien imposible, inalcanzable, alguien que te sorprendiera todos los días mucho más de lo que yo jamás logré hacerlo.

Temo acercarme y que terminemos de amigovios o qué se yo... donde sólo sea un algo que usas cuando estés de humor, mientras yo aún te amo tanto...

No quiero nos faltemos al respeto, o terminemos por eliminar hasta la más mínima semblanza de amistad o cordialidad que pudiéramos mantener a futuro.

No sé si voy a poder conformarme con tenerte en mi vida como una más de las muchas personas satélite que hay en ella.

No sé qué hacer sin ti.

Sólo sé que me queda hacer una vida sola, salir adelante, sacar gastos, poder cubrir mis responsabilidades para conmigo misma y para con mi familia.

Pero ya nada me es suficiente sin ti.

¿Qué puedo hacer para enamorarte de mí como yo te amo?

Quizás todo, quizás nada.

Supongo con el paso del tiempo superaré esto.

Me tomó más de 2 años y muchos tropiezos y parches fallidos el superar una relación de sólo meses, antes de conocerte.

Y con los hermosos años que compartimos, no tengo idea de cuánto tiempo me tomará reponerme de tu partida, aceptarlo y dejarlo ir.

Algo me dice que tanto amor que tuvimos no es para nada, que merece que luche con todo mi ser, que este amor tiene un futuro brillante, un final feliz que es para siempre, donde estamos juntos.

Y no sé si sólo son mis locos desvaríos.

En verdad me siento perdida.

Y lo único que tengo cierto es cuánto y de qué manera tan sublime y hermosa te amo. Que eres el amor de mi vida, hasta ahora.

No quiero que mi voluntad de luchar por ti termine después de sólo dos semanas... Tengo aún esa imagen linda con Zack y Aeris, que tanto me recuerda a nosotros, juntos y felices, como siempre debimos estar. Y ya no sé si es condena o promesa feliz. Ya no sé si me amas o no, o de qué manera me quieres.

Sólo sé que te amo y que eres el hombre de mi vida.

Que sin flores, sin los típicos detalles románticos, tuvimos todo lo más importante y lo más difícil de lograr en una relación, y que quiero compartir nuestras vidas juntos.

Pero ya no sé cómo hacerlo.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Lecciones del cine

Hoy le llamé a mi buen amigo Yordi para felicitarlo por su cumpleaños, siguiendo una tradición que iniciamos hace años, de ser los primeros en felicitar al otro por tal ocasión tan especial.

Y luego me dirigí al cine, a ver a Erick, otro de mis entrañables amigos de una época altamente caótica y difícil de mi vida.

Fuimos a ver "Ted", una película que habla de la vida de un hombre y su entrañable amigo de toda la vida: su oso de peluche.

Suena a algo sin sentido, tedioso y probablemente muy infantil en primera instancia, pero hay que ver la película de principio a fin para poder entender su mensaje, contado en el gran estilo del creador de la serie "American Dad" y de "Padre de Familia" (Creo también de "Losa Simpsons" pero de esto último no estoy segura.)

Pude ponerme en los zapatos de la novia del protagonista, y entender incluso al mismo protagonista. He tenido amigos como el oso... y los quiero muchísimo.

Pero si algo aprendí es que se necesita de dos para hacer una relación duradera, sin tener que renunciar del todo a los amigos de toda la vida. Aprendí que madurar no significa tener que dejar atrás todos tus sueños de los primeros años, ni tampoco la magia de un deseo sincero.

Que con amor y voluntad verdaderos, siempre es posible salir adelante.

Y que no hace falta tener una vida exitosa según los cánones establecidos, para poder tener una vida perfecta y disfrutarla.

Quise, de nuevo, un final feliz... abierto a que sea aún más feliz y divertido, más pleno...

Pero sé que tengo que construirlo con mis propias manos.

Sé bien que el orgullo no es la respuesta, pero sí la dignidad, cuando algo se fractura. Que hay que tener valor para reconocer los errores propios y enmendarlos, sin perder la personalidad y estilo propios.

Y sé que voy a lograrlo. Sé que lo que ha de ser para mí, simplemente será, ayudado por mis logros y mi voluntad. Nutrido por mi amor, que gracias a mi Nube es inmenso, infinito como el cielo.

Hoy creí ver una estrella moverse, y a las demás con ella (Y no, no fumé).

Pedí el deseo más grande y bello de mi vida hasta ahora... y en verdad quiero se cumpla.

Y reitero....

QUÉ HERMOSA PELÍCULA!!!       ^_^

Espero la disfruten, mis queridos lectores, si llegan a verla.

El chico me recordó tanto a mi Kumo... que en ocasiones estuve a punto de llorar y en otras reí y sonreí con verdadero gusto y amor. Lo amo tanto como la chica de la película ama al protagonista... y aunque suene un poco tonto y un tanto soñador... reafirmó mi esperanza de lograr lo que siempre quise con él.

Supongo en verdad me enamoré.

Buenas noches!!!

Sueñen con gatitos        ^_^

domingo, 2 de septiembre de 2012

Trazando el Curso

He empezado a hacer cambios en mi vida.

Aunque pequeños y graduales, aunque parezca un proceso que se desarrolla muy lentamente, estoy construyendo una constancia.

El camino a recorrer se vislumbra ante mí, y contra  todo pronóstico pesimista, sigo emprendiendo mi camino con ánimo y entusiasmo. Pero sobre todo, con esperanza y fe.

En alguna parte de mis desvaríos y sueños, sé que hay uno de infinitos futuros posibles para mí, el cual quiero se realice.

He visto señales en el cielo y en la tierra, en las personas y en mi interior.

Quizás no sean más que alucinaciones y autoengaños para algunos, pero para mí son una dirección concreta.

Y si bien mi motivo más fuerte es el amor, este amor no sólo se dirige a mi Nube, sino también a mí misma y a las personas que me rodean, tanto de mi familia, como mis amigos y las demás personas que de alguna manera se han vuelto cercanas a mí.

Sé que en estos días hay caos y alegría en mi vida.

Aunque también ha habido incertidumbre, dudas, angustia y desesperación. Me siento en la necesidad de alejarme de esas emociones que no me permiten avanzar y a raíz de las cuales me siento encerrada en una jaula a la que no se le ve salida.

Adoro a mi madre, pero su cansancio, depresión y pesimismo ocasionales, no son benéficos para mí. Le tengo cariño a mi casa, que es mi refugio, pero tampoco me beneficia estar encerrada. He redescubierto el gusto por salir, mirar el cielo, apreciarlo y admirar su belleza. Me gusta un poco más cada día el mundo que me rodea. Aunque tiene muchas imperfecciones, también tiene muchas cosas hermosas.

Sé que ha pasado mucho tiempo en el que me quedé inmóvil, pero el tiempo que queda frente a mí lo puedo aún aprovechar en movilizarme y construir ese futuro mío que quiero para mí. Y aunque no todo depende solamente de mí, quiero hacer mi parte y hacerla bien. Y aunque fracasara en mi intento, me quiero levantar de cada caída e intentarlo de nuevo. Cada error y fracaso tienen alguna enseñanza, y como lo dijo alguna vez un inventor: "Descubrí muchas maneras de cómo NO hacer lo que quería lograr, hasta que por fin lo logré"

Esta es mi inspiración, mi frase motivadora.

Sé que no se puede forzar todo en la vida, pero se puede hacer todo lo posible por hacer realidad los sueños. Es algo que todo soñador desea hacer, y lo que los sueños nos piden.

Un sabio amigo mío ha hablado mucho últimamente de este tema, y concuerdo con él.

Él también dice que la música es la única verdad... y le creo.

Es un bálsamo liberador, que inspira al alma a impulsar al cuerpo y la mente a lograr realizar los sueños.

Y como alguna vez me dijera alguien:

"Lo voy a intentar con todas mis fuerzas".

Yo voy a hacer precisamente eso.

viernes, 31 de agosto de 2012

La lección que me acaba de dar el Universo.

Hoy me he sentido... al igual que mi Luna... Azul.

Lo cual en términos de la cultura anglosajona quiere decir: Deprimida.

Ni siquiera ha pasado una semana desde que Él salió de mi vida... y ya he hecho un drama como si hubiesen pasado meses o años desde entonces.

Salí a caminar... y entre mis pasos solitarios comencé a pensar.

De dónde salió tanto dolor?

La respuesta llegó a mí, poco a poco.

Y resulta que esto que tengo no es ni reciente ni nuevo.

Todo comienza hace muchos años (como 10 años en realidad), cuando mi familia -que era mi mundo entero- comenzó a desmoronarse.

Falleció inesperadamente mi tía Male, y exactamente un año después, mi Abuelo. La muerte de él fue la pérdida de mi protector más grande, de la persona que más me amaba, de quien me protegía de todo y de todos, sin importar nada.

Y me sentí entonces, por primera vez en mi vida, verdaderamente sola y abandonada.

En verdad fue difícil aquella época. Estaba a la mitad de mi prepa, mis padres se separaron y me fui a vivir con mi madre... incluso me tuve que separar de Manchas, mi amada perrita mascota.

Los problemas económicos no se hicieron esperar.

Y durante la tempestad, lo que de alguna manera me mantuvo anímicamente a flote fueron los grandes y valiosos amigos que hice entonces, tanto de la escuela como en Comunidad X.

Aunque no todo dura por siempre.

Poco a poco vi cómo todos mis amigos salían de sus problemas, tanto familiares como económicos, y poco a poco hacían sus carreras, trabajaban e iban haciendo sus vidas. Muchas de mis amigas más cercanas se casaron, y luego el trabajo me alejó de mis amigos más cercanos.

Me fui quedando rezagada, por mi limitado éxito profesional... no pude ir con mis amigos a muchas fiestas, siempre tenía que andar sufriendo porque no tenía tanto dinero ni tanto apoyo de mi familia -pues no se podía entonces- para mis proyectos, y poco a poco me fui amargando.

Lo que me mantuvo entonces un dejo de felicidad y una sonrisa en el rostro -sin olvidar que también se volvió en mi motivo para seguir adelante- fueron mis amores.

Pero a ninguno debía yo ponerle las muy pesadas cadenas de ser mi todo.

Estuve tantos años resentida con la vida por mi falta de éxito... que no me dí cuenta cuánto me había amargado... hasta hace poco.

Y tampoco había visto el enorme costo que tendría ser así.

Siempre me quise hacer la fuerte, pensar que podía llegar a no necesitar de nadie en ningún sentido. Creí que de esa manera me defendía de la injusticia que el Universo había cometido contra mí dándome una carga tan pesada y tan distinta a la de los demás.

Me defendí de todo y de todos. Hice mucho daño.

Y aún cuando quería darme cuenta y recapacitar... no lo entendía.

Tuve la enorme fortuna de tener a mi lado a mi Kumo. Mi gran amor. Él fue siempre mi escudo contra el mundo. Él estuvo allí conmigo, para nadar juntos contra la enorme corriente del mundo.

Y sin pensarlo, poco a poco se volvió parte de todos los cimientos de mí y de mi mundo.

Aún cuando nuestra relación tuvo problemas y quise protegerme de la inminente despedida... fué tan solidario, tan amoroso, tan protector... fue tanto lo que se convirtió en mi compañero, mi mejor amigo, mi amante, mi todo... que olvidé que podría marcharse un día.

Creí que estaría bien ser soberbia con el mundo y cobrarles cada lágrima que había derramado, y si al final me quedaba sólo él... yo estaría bien.

Pero el Universo tenía otros planes para mí.

Ahora que se ha ido, comprendo un poco la enorme magnitud que tiene el daño que he provocado con mis acciones a tantas personas que me quieren. Los he usado, maltratado, traicionado y mil cosas horribles más.

Y ahora comprendo, en suma, el gran dolor que les causé... porque de alguna manera puedo sentirlo.

No todo lo he perdido. De alguna manera milagrosa, he conservado algunos amigos que me han mostrado un apoyo que no esperaba, después de todo lo que les hice.

Y también me hice mucho daño.

Me descuidé, demasiado. Me enfurruñé contra el mundo por todos mis fracasos, y me encerré en una cajita llamada Internet, para no salir. Pensé que no necesitaría nada del mundo y sólo salía de mi caja para verlo a Él.

Y me doy cuenta ahora que Él, con todo el amor que me dió, no merecía que yo me hubiera descuidado tanto, que le entregara a una Gabriela tan maltratada y amarga, por mucho que lo amara.

Me detuve en seco. Me negué a avanzar... y me rezagué incluso de su vida.

Perderlo fue la gota que derramó el vaso... y la que rompió esta máscara de piedra que había robado el rostro de la persona que hace tanto quise construir. La que sería la mejor persona posible para cuando encontrara al amor de mi vida.

Y en verdad no quiero perderlo. Ni siquiera quiero pensar en haberlo perdido.

Me aferro a aquella posibilidad remota en la que aún puedo arreglar todo el daño que hice. A todos... y a mí. Y de paso a nuestra relación.

Me niego a creer que tanto amor, tantos recuerdos, tantas experiencias y sueños compartidos hayan sido en vano.

Quiero rescatarlo todo.

Y ahora que me siento tan perdida, tan abandonada de nuevo a mi suerte, al menos me doy cuenta de que en verdad poseo el poder para cambiar mi mundo y mi futuro.

Sé que hay un futuro en alguno de los caminos de mi Destino que me lleva a Él, a cumplir esa bonita ilusión que tenía cuando veía a sus papás, juntos a pesar de tantos años, conviviendo serenos, en paz, tranquilos y contentos.

Siempre quise algo así de lindo para nosotros.

Sé que lo único que me permití querer era nuestra relación. Y el recuperarla es un motivo muy fuerte para este cambio que estoy haciendo en mi vida.

Paso a paso, un día a la vez. Cambiando un detalle cada día, haciéndolos buenos hábitos. Rescatando a la Gabriela que hay en mi interior, la que encerré debajo de tanta ira. Una mujer por demás hermosa, radiante, creativa, generosa... una persona hecha de amor, en el sentido más universal de la palabra.

Quiero reconectarme con el mundo que dejé de lado. Sanar las heridas que causé. Pedir perdón y compensar a todos a quienes les hice daño.

Me tomó 10 años sumirme en este profundo abismo.  Espero no me tome tanto tiempo salir de él y brillar, florecer... ser la maravillosa persona que estoy destinada a ser.

Y quisiera que entonces, si este amor sobrevive... hacerlo realidad, para una fecha sin final, hacerlo infinito.

Y es que pedí por tanto tiempo conocerlo... que ahora que sé quién es, no quiero perderlo.

Esta gran lección de humildad tiene que servirme de algo. Y recuperarlo sería un premio que me dejaría sin palabras, más que de agradecimiento.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Sacando algunas Conclusiones

Llegué entre lágrimas a la inevitable conclusión que suena a la profecía más cruel:

NO SOY YO.

Y no es sólo porque de alguna manera quizás dejé en mucho de ser yo misma -quienquiera que hubiese sido y que aún no logro recordar-, sino que también sé que de nuevo, no soy la persona indicada.

Está claro. Y es obvio, una verdad sólida que no sólo mencionó por años, sino que ahora es una verdad tangible. Él encontró a alguien más que lo llena.

Fué una aventura maravillosa. Agradecí cada instante, aún con sus probablemente muchas fallas de las cuales no puedo aún recordar casi ninguna.

Es hasta ahora que me doy cuenta la profundidad y la inmensidad de la alegría y esperanza que trajo a mi vida. Del tamaño e importancia de las cosas que quiso enseñarme...

En fin.

Lo que siempre supe fué valorar cada momento, cada detalle. Siempre supe lo valioso que era, sin importar cómo lo vieran los cristales de otros.

No creo poder decir que no sé amar de ninguna manera. Sé hacerlo. Quizás no lo expreso correctamente -si es que hay alguna manera correcta de hacerlo-, pero no dejo de amar.

Este final puede ser una pausa antes de un nuevo principio -altamente improbable según mi experiencia- aunque aquí no murió el amor... y eso de todas formas no es garantía de éxito. (aunque pienso arriesgarme de todas formas)

Lo extraño, no miento. Lo extraño mucho. Aunque hasta ahora las cosas no son muy distintas de como habían sido durante mucho tiempo.

Pasábamos a veces hasta semanas enteras sin vernos. Lo hermoso era vernos con gusto, sentir tanto amor en cada abrazo... en cada detalle pequeño e íntimo.

Supuse que habíamos logrado construir una semblanza de una vida en pareja, de algún modo.

Aunque de nuevo, nada haya sido suficiente.

Aprendí a valorar cada pequeño detalle, no por su éxito, sino por su significado. A agradecer todo... a apreciarlo. Tuve su apoyo en mil cosas cuando menos esperaba que alguien estuviera a mi lado. Me cuidó, me protegió, me ayudó... y creo hice lo mismo por él, a mi manera.

Fué real. No lo soñé ni lo aluciné ni sucedió nada que lo hiciera ilusorio.

No fué para nada convencional, pero fué auténtico.

Lo que no puedo decir de muchas otras cosas, personas y situaciones en mi vida.

Lo intenté con todas mis fuerzas. Y no creo haber fallado en ello.

Sé que esto ya no está solo en mí para mantenerlo vivo o asegurar su éxito.

Me quedo yo, con todo lo bueno que me dejó... que es mucho.

No sé qué haré mañana, donde estaré ni cómo.

Supongo que lo extrañaré aún más... supongo que me hará muchísima falta. Pero sé que sobrevivo sin él. Estuve sola antes de que llegara a mi vida, y puedo seguir adelante sola ahora que se ha marchado.

No sé a dónde va todo lo que he perdido. Sólo sé que lo que en verdad es mío, siempre lo fué, lo es y siempre lo será.

Que todo viene cuando, como y donde se le necesita.

Y sigo tratando de entender el mensaje del Universo para mí. Sigo tratando de leer las señales y de interpretarlas de manera correcta... de no caer en esta falta increíble de pasión, de ganas, de motivación...

Que sigo luchando contra una vida de rutinas vacías y sin sentido.

Que no quiero rendirme ante el vacío de esta pesada apatía que me invade.

He aprendido que tengo mucha más fuerza de voluntad, de espíritu y física, de la que jamás creí tener... aunque no sea suficiente para cambiar ni siquiera mi mundo... por ahora.

Sigo aprendiendo. Cada paso trae lecciones...

Y quién sabe... tal vez un día en verdad alcance la felicidad que persigo, de manera duradera.

Tal vez algún día llegue allí, a donde siempre quise llegar... contigo.

lunes, 27 de agosto de 2012

Despedida

Hoy... vuelvo a hacer lo que ya no quería hacer aquí, pero sigue siendo éste espacio mi válvula de escape.

Hoy... hoy no sé ni qué día es... sé que es a fines de Agosto porque esperaba que este fin de semana en que comenzara Septiembre, lo viera de nuevo, como siempre, llenos de amor.

El fin de semana pasado estuve llena de angustia... sospechando lo que hoy, finalmente sucedió.

Y es que, cuando el Universo te manda tantas señales, es difícil no leerlas.

Y no, no quiero pensar que casi 5 años hermosos -con sus interrupciones breves- hayan sido "tiempo perdido".

Hoy terminamos mi Nube y yo una relación que sé nos hizo felices. No termina el amor, porque ese no se detiene, es como es y lo que es.

Y sí. SIEMPRE he creído y tenido fé en que tenemos lo necesario para hacer una vida juntos.

Quizás sea porque en el fondo, quiero creer que eso es algo que no me está negado.

Y en parte, es también porque lo amo. No sólo ha sido la relación más larga de mi vida hasta ahora... sino que ha sido, en mucho, la más profunda y completa.

Y no... no estoy buscando consuelo en los brazos de algún Don Juan. No  quiero una relación que sirva de parche de endorfinas a mi corazón roto.

Construimos miles de recuerdos juntos, muchísimos de ellos felices.

Me quedo con lo mejor de todo eso. Me quedo con el amor que sentimos.

Con todo lo que hizo por mí. Su protección, sus cuidados, su preocupación por mí, sus enseñanzas, los ánimos que me dió, la paciencia que me tuvo... sus incomparables abrazos, sus besos, sus caricias... su amor.

La incomparable alegría que trajo a mi vida.

A mí me es muy sencillo ver todo aquello por lo que ha sido lo mejor que he tenido.

Nunca sabré qué hice para merecer tantas cosas buenas. Tantas cosas que no creo haber tenido de nadie más. Cosas reales... duraderas.

Todo lo que me hacía creer que era posible una vida en pareja.

Quizás no vuelva a estar tan cerca de algo tan maravilloso. Pero en serio, le deseo lo mejor.

Deseo que su vida cambie, que progrese, que logre todo lo que ambiciona logra, que su alegría sea inagotable y se multiplique.



Quizás esto es Karma.

Quién sabe.

Yo personalmente me resisto a creer que sea retribución celeste por algo que haya hecho.

Me quedo yo. Dejo de ser gatita y vuelvo a ser Leona.

Dejo oír mi rugido a los cuatro vientos, La Luna ilumina mis noches y mi camino, y el Sol anuncia mi llegada, envuelta en mi manto cubierto de estrellas. Extiendo al cielo las alas que había cortado, alas negras, fuertes, para surcar el firmamento.

Sólo el tiempo dirá qué será de mí, de él... de nosotros, si es que eso será.

Me despido con amor.

Gracias por todo este tiempo maravilloso, que sé viví de prestado.

TE AMO.

viernes, 24 de agosto de 2012

Azar y Voluntad.

A veces veo la vida como un tablero de algún juego de mesa.... en donde todo tiene sus reglas.

Y si he de ser sincera, más allá de algún sentido de auto-suficiencia o de triunfo ante la circunstancia y el entorno, he de confesar que en mucho, mi visión apartada de una "vida normal" en lo que respecta a lo que podría prever para mí misma ha estado basado en mi aparente incapacidad/fracaso en llevar una vida normal de manera exitosa.

Es curios, pues desde el ambiente ocupacional hasta otras esferas, me he comportado como muchos y de una manera que podría no considerarse normal (Sin tomar en cuenta mi trasfondo, tal vez).

Me llama la atención de modo poderoso el pensar en algo y sentir hastío... o la previsión de incomodidad. Es acaso experiencia o miedo?.

Cualquiera de ambas, quizás no me sea muy útil si el resultado es una idea negativa.

Es también imperioso que deje de pensar en medios e intermediarios. Debo liberarme de algunos complejos más y salir del tablero... de esa concepción de Si y Entonces que ha hecho de mi visión de la vida algo condicional, supeditado a mil y un ideas que muy probablemente no me son verdaderamente útiles más allá de limitar mi campo de visión y acción.

Y es cierto en más de un sentido aquello que alguna vez escuchara en una conversación. "Ya no somos niños ni nos hacemos más jóvenes".

Curiosamente lo escuché de alguien de mi generación. Probablemente más exitoso y talentoso que yo en mi actual estado.

Me llamaba poderosamente la atención que una persona con tantas particularidades tan marcadas, aspirara a "una vida normal". Que deseara continuidad y crecimiento en un área en la que seguramente no veo que tenga éxito (y no por falta de aprecio) y en la que yo misma he renunciado a forzar las cosas.

Tanto había dejado ir la idea, que hasta había dejado de buscarla.

Después de ver mil cosas al respecto en la vida, de notar cómo todo parecía negociarse a diario, sin importar edad, condición, antigüedad, etc... llegar a la conclusión de que la convivencia y la voluntad de las partes involucradas era lo más importante y tenía que renovarse a diario... Y notar que no era ni común ni seguro lograr el éxito en esa área, mi primera reacción fué demostrar que era posible.

Con desastrosos resultados, debo decir, y sin llegar muy lejos. Dar todo con la esperanza de recibir no funcionó. Intentar negociar las cosas antes de que sucedieran en forma... tampoco. Así que acepté las cosas al paso que funcionaran, a costa de la desaprobación de una buena parte de mi entorno.

Y me veo ahora sin planes de ello en mi vida fuera de mi actual circunstancia. En la que un cambio drástico, aunque posible, parece una señal de alarma. Supongo en parte es esa curiosa sensación de comfort, por otro lado es algo hasta cierto punto inesperado, por otro, la posibilidad de algo que me ilusiona mucho... y al final, lo mucho que valoro tantas cosas y lo mucho que me importan en muchos sentidos, además de todo el amor que hay allí.

Sé que puedo vivir sin mil cosas, pero también hay cosas por las que no sólo vale la pena luchar y esforzarse, sino mantenerlas. Y esta es una de las que más me importan.

Sé que existe la posibilidad de que todo cambie... sé que siempre me dá miedo apostar a un solo proyecto, por la posibilidad de perder. Pero también sé vivir sin miedo y disfrutar de cuanto tenga mientras lo tenga =)

En otros sentidos, quizás esta sea la última vez en un buen raro que me auto-condicione, supeditada a la existencia de medios propios. El preocupar a las personas que más me importan me está diciendo algo.... y creo que es hora de dejar de auto-limitarme a un entorno diminuto y crearme el entorno que quiero.

Si hay grandeza en mi destino, si es para mí... tengo que salir y recibirla, así como mantenerla.

Debe haber algo en la vida por lo cual sea necesaria... y debo encontrarlo. Debe haber algo en lo que sea útil...

Debe haber algún modo en el que pueda resolverme... y resolver todo aquello que creo se supone debería estar en posición de resolver...

Y aunque la necesidad no siempre es buena consejera... al menos es un muy buen motor.

Tengo un gran ejemplo que amo mucho.... y su entusiasmo es verdaderamente contagioso. Se preocupa por mí, y aunque no es nada convencional.... sé me ama de verdad. Y le amo.

Quiero hacer mi parte por construir lo que quizás esté sujeto a un azar que no controlo.... pero en verdad quiero hacerlo, resulte o no, mientras él también quiera intentarlo...

Amo a mi nube.

miércoles, 8 de agosto de 2012

de Coincidencias y Predicciones

"Por la víspera se sacan los días".

Esta frase ha sido una de las herencias de sabiduría de mi madre.

Y si en algo he de reconocer que tiene éxito, es en predecir las cosas.

A veces, los eventos en la vida son como un juego de ajedrez. Llega el punto en que te conoces tanto a tí mismo, que te ves reflejado en otros, y puedes saber qué jugadas harán.... e incluso a veces sabe cómo manipular ciertas jugadas propias para provocar las de otros, con la exacta respuesta que buscas.

El lado negativo de esto es que también heredé aquella tendencia a hacer predicciones negativas.... y a no fallar en ellas.

Me sorprende tener tanta razón. Quizás sea el poder de la mente, quizás sea destino... no lo sé.

Casi siempre que tengo alguna epifanía sobre el futuro de alguien, se cumple... tarde o temprano.

Y me duele cuando mis predicciones son negativas para las personas que quiero, pero cada quien es el Arquitecto de su destino.

Es curioso cómo aprendí a ver el mundo a través de mi propio cristal, templado y formado por mis época y circunstancia (además de mis elecciones), y a entenderlo a través de mi experiencia.

Puede que no entienda los motivos, pero conozco sin falla el resultado.

Aunque no siempre me siento del todo mal. A veces, en el fondo, en mi propia oscuridad y su malsano y deforme concepto de  la retribución... soy feliz de tener la última palabra y la razón.

No es nada noble, debo reconocerlo. Pero si no fuera por mi falta de nobleza, hay muchas cosas que no hubiera trascendido aún.

Si no fuera por nuestro lado oscuro, no seríamos tan interesantes.

Es cada "defecto" lo que ayuda a individualizar a la persona, a distinguirle de las demás de manera única.

Y de manera curiosa, a veces el dolor nos une de maneras misteriosas y con intensidades insospechadas. (Debo dejar de leer Naruto).

Bueno, mis queridos lectores, me voy a festejar mi cumpleaños.... de aquí a.... a que cumpla todos los festejos que quiero, jijiji.

Suerte y Éxito.

Miau.

sábado, 14 de julio de 2012

Visiones

Evento curioso,
el tiempo transformado en imagen,
prueba de lo innegable,
sustento de la idea.

Y veo que las cosas, en efecto,
como yo, han cambiado.

He llegado a una meta curiosa,
de la cual, irónicamente, solía huir.

Quizás sea  resultado de "madurar",
o sólo sea consecuencia de la experiencia y el paso del tiempo...
de crecer.

No tendré el mismo efecto en lo futuro, lo sé.
Lo puedo sentir.

En la ecuación entre el costo y el beneficio,
no logré jamás el equilibrio deseado.
Y en pos del dolor que quedó,
elegí evitar desear.

Sólo me queda la nostalgia, el recuerdo.
Y ahora una prueba del tiempo.
Aquel momento precioso que no imaginé.
En que se creó un Antes y un Después.

Quizás es cierto que hago un drama.
Quizás exagero.
Pero bien siento que no soy ni la sombra de lo que fui.
ni mental, ni física, ni anímica ni moralmente siquiera.

Mi universo se tiñó de un color sin nombre, sin brillo,
en una temperatura que no es gélida ni cálida, pero tampoco templada.
Me volví más vacía y superficial, más apática y desanimada.
Sin deseos de conservar algo que me mantuviese llamativa.

Y con cada tropiezo, empeora.

Una existencia que no me atrevo a llamar vida.
"Vanilla" como dirían en un idioma distinto.
A la espera del próximo misterio, de un reto alcanzable, que no requiera un sacrificio que no logro pagar.

Quizás sólo dejé de desear y esperar demasiado,
lo específico.
Y me contenté con lo disponible.

Conformista.
Sin ánimos de debatir con energía.
Dando la razón con tal de no discutir de más.

O simplemente abandonando el argumento que sé no voy a ganar.

Sólo dejé de obsesionarme con cambiarles.
Cambiar al mundo.
Cambiarán cuando quieran hacerlo.

Y no necesariamente en el rumbo que deseo.

Si es que deciden cambiar.

Y sin que cambien, qué puedo hacer?.

Qué puedo realmente lograr?

Sin depender de su cooperación, de que hagan su papel en mis metas?

Buena pregunta. Aún no la he respondido más allá de un:
"Quizás nada"

Una ilusión. Una fantasía.
Algo espontáneo.
Irrepetible.

Y en aquello que lo hace único, hermoso.

Digno de la nostalgia.
Y de evocar una sonrisa,
un pequeño y personal triunfo.

Por haberlo vivido,
por no perder un instante.

Un agradecimiento que no tiene caducidad.

Aunque no sirva ya de motivador suficiente.

Supongo que, como toda gran civilización.

Tuve un inicio,
una cúspide...
y un declive es lo que me queda.


Me pregunto si repuntaré hacia el firmamento,
si aun hay algo,
si volveré a creer.

A apostar,
a esforzarme,
a hacer sacrificios,
a estar dispuesta a todo.

Por algo más noble que una vendetta.

O mi ego.

Quizás.... sólo quizás.

miércoles, 11 de julio de 2012

Pensamientos al aire

De nuevo me pongo a filosofar.

Y en verdad... qué facil es juzgar, prentender entender a otros...

Lo difícil es en verdad entender y tener una justa y objetiva medida de los sucesos y personas.

Y a veces me encanta saber que no hay quien del todo me entienda. A veces creo que es mi último bastión de seguridad. Todo porque en el fondo tengo un problema que debo solucionar, jeje...

Pero basta de eso, no es este post para hablar de mí, sino esta vez, de los demás.

Hace poco hubo elecciones en el país. Se eligieron Presidente , senadores, diputados, algunos Ayuntamientos y Gobernadores... y hasta un Jefe de Gobierno.

Y el ambiente electoral previo a tal evento fué abrumador (o al menos a mí me lo pareció).

Las campañas de descalificación inundaron incluso la red. O al menos algunas redes sociales. Me ví impulsada incluso a expresar algunas de mis opiniones y a preguntar con curiosidad lo que otras personas opinaron en su momento respecto a algunos temas, tales como los candidatos a la presidencia, las propuestas de algunos partidos para solucionar algunos problemas, etc...

Pero en verdad, reconozco que es estúpido creer en un Presidente o Gobierno como si fuese una especie de Mesías que va a solucionar nuestros problemas como nación.

Creo que está en cada quien el esforzarse por solucionar su propia problemática. Es curioso imaginar los alcances que aquel "esfuerzo hormiga" que acabo de proponer tendrían. Qué pasaría si en vez de quejarnos, solucionáramos poco a poco nuestros problemas?... si en vez de exigir que los resuelvan otros... nos dedicáramos a encontrar modos sustentables de coexistir con nuestro planeta y llevar nuestras vidas?.

Claro, es mil veces más cómodo esperar sentaditos y exigir que otros nos resuelvan. Lo sé por experiencia. Es también mucho menos cansado, y quizás sea un poco menos frustrante.... o quizás no.

Acaso no estamos cansados los mexicanos de estar esperando por promesas de Gobierno que no se cumplen?, por estar atenidos a lo que suceda en el mundo?, de creer que sin ser una sociedad de primer mundo, no somos nada?.

Pero claro, hemos bajado la cabeza, como cuando lo hicieron nuestros antepasados en la Colonia, ante "amos" que nos "gobiernan" de todo a todo... amos que nos dicen qué decir, qué vestir, qué comer, qué pensar, qué comprar y a qué precio.

Y no solo ocurre aquí. Ocurre en toda civilización que alcanza un declive.

Cuántas personas en el mundo sufren, al igual que los mexicanos, por trabajar largas jornadas por un suledo que no resuelve sus necesidades y anhelos?

Eso pasa con mucha frecuencia en el mundo, sobre todo en regiones que han dejado que el industrialismo les determine.

Es algo tan antiguo como las sociedades, y muchos aún no hemos aprendido a superarlo.


De nada sirve pararte y quejarte si no hacer nada por solucionar. De nada sirve saturar la percepción de otros con tus quejas, pretendiendo se unan a ti y dejen sus responsabilidades. Puedes pretender te presten atención un momento, pero no que por fuerza hagan suya tu causa.

De qué sirven tantas marchas y plantones?... si ya está probado que novan a escuchar.

Mejor hacer las cosas por uno mismo. No?

Cuántas empresas no surgieron por una persona que se cansó de pedir trabajo, para comenzar a trabajar y luego darle empleo a otros?. Cuánta gente se cansó de exigir una solución, y mejor se convirtió en la solución que exigía?

Y esas personas han sido ejemplos de vida. Como Ghandi.

Y será muchas cosas, pero las enseñanzas de Buddha por algo son vigentes aún hoy día. Sobre todo en la "vida moderna". O acaso no hemos leído a OSHO y otras personas que con verdades sencillas, nos instan a una acción personal, antes que a la grupal?

Tantas voces serenas, deben tener razón. No necesitan gritar como si fueran gente que da "pláticas motivacionales", no necesitan hacer "coco-wash" o lavado de cerebro. Sólo han compartido en toda calma sus ideas, sin esperar que les sigan.

Esa paz y lo que lograron debería decirnos algo, no?

O es que el miedo a que roben la gloria del mérito propio aún nos invade?

Qué importaría que los Gobernantes se colgaran el mérito de las soluciones de la sociedad, si la sociedad es quien va a disfrutarlas?

Y qué pasaría si tú hicieras lo que está en tu mano por resolver tus problemas... y tu vecino, hermano, amigo, compañero... hiciera lo mismo?.

Ahí están, en muchos sitios, comunidades autosustentables, sin marchas, sin plantones, sin quién alce la voz en queja.... porque de algún modo curioso... la solución de los problemas de uno "curiosamente" incide en facilitar la solucion de los problemas del de junto, que extrañamente al convertirse en un conjunto de personas que solucionan sus propios problemas, se convierten en familias funcionales, comunidades sustentables y finalmente, en civilizacioens exitosas... como Japón, Alemania, etc...

Y todo por creer que "poner tu granito de Arena" logra algo.... y logra mucho más que alzar la voz y quejarte de pie, obstruyendo a otros.

Y no quiero decir que desapruebo la iniciativa de quienes quieren algo diferente. Sólo digo que quejarse no basta. Falta acción. Que quejarse no es solución, sólo es queja.

Curiosamente, por ejemplo, el #YoSoy132 se dá poco antes de las elecciones, y no como una respuesta de inmediata inconformidad ante un candidato que finalmente ganó las eleccciones (aunque haya mil dudad en si lo hizo de manera limpia o no, el resultado es lo que es).

Si bien no ganó por mayoría de votos de modo limpio. Analizando a las otras opciones presidenciales, al menos en mi punto de vista no había uno que valiera la pena. Y no por mi desinterés político... sino porque ninguno mostraba las características que creo adecuadas para gobernar al país y proponer soluciones efectivas y adecuadas para los problemas que tiene México como nación.

No por ello anulé  mi voto. Fuí, voté. De algún modo expresé mi opinión. Pero si bien no quedó de Presidente quien hubiese querido, no por eso me detengo a estar parada en el sol, la lluvia, etc... a estorbarle a los demás sólo para quejarme indignada. Tengo una vida propia de la cual soy responsable y la cual tengo que solucionar, sea quien sea el Presidente de mi país, el Gobernador de mi Estado o el Presidente Municipal de donde vivo.

Me entristece ver a la borregada haciendo lo mismo, haciendo caso de las mismas inconformidades en vez de ponerse a solucionarlas. Desde cuándo hemos requerido los mexicanos permiso para hacer lo que debemos hacer?. No hemos recurrido al autoempleo, al comercio informal, a la tranza, a la piratería y cuanta solución práctica posible para resolver nuestras vidas?. Qué pasa si en vez de "pedir" ya sea aprobación o apoyo... simplemente hacemos las cosas?. Sí, tarde o temprano vendrán a opinar... y quizás alguien consiga hacer un proyecto sustentable aprobable por todos, pero entonces tendrán que venir con trabajo y propuestas a convencernos... no con métodos para crear acarreados y discordia.

Porque a final de cuentas... no hemos querido darnos cuenta que el poder está en nosotros, como sociedad. Que nosotros debemos tener a nuestro Gobierno pendiente de lo que hacemos, no de lo que pedimos en la inactividad de un grito inconforme.

Porque, al final... nuestros Gobernantes surgen de los ideales que compartimos, de nuestros defectos como individuos que se repiten como sociedad. Y de algún modo, son un reflejo de nuestros problemas y de las soluciones que les damos.


Causa y Consecuencia

Pensando de nuevo, vuelvo a una antigua idea.

Más que nada, está inspirada por la propia molestia, la incomodidad de la inconformidad de la actual circunstancia en la que me encuentro.

Y una vez más, la balanza cómo veo las cosas tiene más costos que beneficios. Lo cual, francamente, es incómodo.

Y como es natural en mí, simplemente busco un nicho de comodidad antes que el sobre-esfuerzo por cambiar mi entorno. O peor aún, cambiarme a mí... aunque supongo cambio cosas de mí en ese proceso que bien puede ser llamado conformista.

Supongo con los años, en algún punto, ante mi propia impotencia, aprendí a mentirme, a auto-convencerme y hacerme alguna especie de lavado de cerebro,  que sólo tiene efecto cuando coincide en encontrar el modo de tenerme lo más cómoda posible.

Y ese derrotismo, a dónde me ha llevado?.

Y a dónde me llevaría mi voluntariosa voluntad?

Son dos preguntas que, según mi lógica, quedan cada una de un lado de una balanza, donde he de seguir a la que me deje en la situación más provechosa y cómoda para mí.

Y sí, soy así de egoísta de ponerme a mí antes que a los demás.

Por qué?.

Jejeje, pues simplemente porque no es labor de nadie más que mía el cuidar de mí y de mi confort. Como supongo lo es de todo el mundo. Ya si después de ello me queda energía, veré por los demás. Después de todo, "nadie va a hacer por ti lo que no hagas tú" y "no puedes dar lo que no tienes" son dos frases llenas de sabiduría.

Y cómo llegar a la compasión y la generosidad si no está uno mismo bien del todo?.

Obvio, llevo encima mil señales de ello. Pero para estar del todo bien aún me falta un largo camino. Por ende, supongo que el camino para estar en paz con el mundo es aún más largo.

Sé que siempre he sido distinta a lo común. Ha sido mi propia ambición, deseo y probablemente hasta mi marca, lo que me caracteriza. Y por ser diferente e insistir en ello, me he buscado mil desavenencias con mil seres. Y mi voluntad es más fuerte... casi tan fuerte como el dolor que a veces llego a sentir.

Supongo desde afuera se ve estúpido que alguien choque con un muro repetidas veces, tratando de traspasarlo. Supongo se ve estúpido cuando en verdad te has comprado la idea de que el muro es impenetrable. Y supongo quien se estrella contra el muro en verdad cree que va a pasar más allá de él.

Quizás es condición humana. Y al menos me he desensibilizado en mucho del dolor... a costa de restarle valor emocional a muchas cosas... e incluso de restarles valor en la escala de las cosas que me importan.

En la vida he dejado metas , cosas y personas que me eran importantes, las he dejado atrás o fuera de mi horizonte. Y aún me parece tonto que me importen ciertas cosas y personas cuando me duelen por algún motivo que termino considerando estúpido.

He dejado atrás sueños, amistades, proyectos.... familia, y otras cosas y seres que me han importado. Y últimamente, cada que hago algo así recuerdo la antigua fábula de la zorra y las uvas. Y es entonces que me pregunto... sólo les dejo atrás, fuera de mis objetivos, porque no les alcanzo?, es así de simple?.

O es que en realidad hay alguna sabiduría básica y oculta en ello?... acaso no es uno de algún modo menos infeliz por dejar de perseguir lo que va a seguir huyendo? o lo que no se consigue?.

Supongo debe haber algún punto de equilibrio. Algún punto donde sea sabio dejar de luchar y otro donde sea sabio ir a por ello. Y creo que es sano para mí cuando aún puedo alcanzar aquello que quiero, cuando aún hay muestras de parte de la meta o persona de que hay voluntad de que le alcance, sin que sea necesariamente el engaño del caballo y la zanahoria (el cual odio con todas mis fuerzas).

Supongo siempre he tenido problemas con el borreguismo y con mi tendencia a salirme del "huacal", a hacer las cosas de un modo efectivo, aunque no siempre sea aprobado o guste a los demás. Y siempre, inevitablemente he entrado en conflicto por ello. Porque aún  hay personas que no han aceptado que no pienso ni quiero ni voy a cambiar para ser lo que no soy, lo que desean que sea.

Y curiosamente por eso mismo creo que entiendo a quienes veo tienen una problemática similar.

Siempre ha sido más sencillo para mí sólo irme y dejar allí al problema que no voy a resolver por estar ahí o por ser quien soy y de la manera que soy. Supongo de nada sirve estar donde y cómo sólo contribuyo a ser parte del problema y no de la solución, aunque muchas veces las soluciones me parecen "demasiado esfuerzo por muy poca recompensa".

Son pocas las ocasiones en las que insisto demasiado, generalmente es por que me importa demasiado.... o al menos más de lo que mi incomodidad me pudiese afectar.... o eso creo.

Rara vez insisto en que se haga lo que considero "justicia" en cuanto a mí. Es mucho más fácil abandonar la situación y mucho menos desgastante.

Pero cuando lo hago, jeje... no hay poder humano que me detenga, sin importar lo que suceda. No quisiera pasar encima de los demás tan seguido o en todo, aunque quizás debiera hacerlo para cosas mil veces más trascendentales y no sólo por capricho.

Supongo al final lo único en lo que insisto es en algún berrinche no superado. Algo que traigo desde hace muchos años y que quizás sólo enterré por no buscar cómo darle salida. Y cuando la salida apareció y se cimentó, pues, ni cómo renunciar al poder que otorga la liberación.

Pero, cambiando de tema... y tomando la manera de ventilar las cosas como punto de partida, puedo hablar de algo distinto.

Me pienso como una especie de isla, un ente aislado, no sólo por convicción propia, sino por propia naturaleza y circunstancia.

Nací sola, en mucho he estado sola y terminaré sola, como todos. No significa que me sienta sola. Sé que a mi alrededor hay personas que cuidan de mí, que me quieren y desean lo que creen es mejor para mí. Y agradezco tener tan buena suerte y gente así en mi vida. Pero eso no me hace igual, no del todo.

No me pesa la solitariedad en la que me encuentro... al menos no lo suficiente como para cambiarla. Me encuentro mejor sola, que haciendo lo imposible por gustar y ser aceptada. Prefiero gustar por lo que sea que soy y no por lo que pretenda ser. Y es esa hipocresía de actuar distinto lo que aparece para quien no merece saber la verdad, ya sea por circunstancia o por méritos (o ambos).

Quienes me conocen saben lo difícil que es confiar en mí o creerme. Porque en mucho depende de su percepción de quién soy. Me encanta la privacidad de mi mente, donde sólo yo sé lo que sólo yo debo saber, y me intimida que haya quien sepa hasta lo que voy a pensar, porque eso me resta el único poder del conocimiento que poseo, mi privacidad, mi escasa capacidad de sorprender.

Me gustan mis secretos, mis mundos interiores... mis ideas y soluciones... mis sueños. Al menos en ellos, el mundo es MI mundo, como a mí me gusta. Y supongo es una realidad para muchas personas, el poseer SU mundo en su cabeza, jeje... quizás sea el sueño de los tontos, pero he de reconocer el poder de atracción que tiene.

Pero del mismo modo, poco a poco he ido aprendiendo que no puedo contar con nadie que no sea yo misma, que no puedo atenerme a nadie, (aunque he de reconocer que muy pocas personas, con amor, perseverancia y constancia infinitos, han conseguido que me sienta en confianza de pensar que puedo contar con su apoyo). Y en vista de que la mayoría del mundo no está para apoyarme, he contemplado la necesidad de pensar lo contrario. Quizás no lo hagan con la intención de dañarme, pero si no van a ayudarme, van a perjudicarme... o al menos a obstaculizar lo que haga. Ya sea por conflictos de intereses, por necesidad, o simplemente porque ni saben lo que hago, ni tienen porqué adivinarlo o porque no tienen siquiera motivos para que les importe.

Y en mucho es una realidad en el país. La unidad entre personas de la misma calle es difícil. Cada cual tiene su propia problemática e intereses, y cada cual tiene que salvaguardar lo suyo. Supongo es ley de vida, así que en vez de pelearme con ello, mejor me adapto, y sin entrar del todo al conflicto, simplemente haré mi senda.

La escasa sensbilidad que me permito, para que no me duelan las cosas y personas, a veces me permite un poco de generosidad y buscar el modo en que mi senda no obstaculice otras. Y normalmente no espero ni siquiera agradecimiento por ello la mayor parte del tiempo, pero cuando alguien y/o algo me importa, espero no me persiga por mis decisiones.

Lo cual me trae ahora a otro tema.

De entre las muy escasas personas que me importan, mi familia inmediata tiene un lugar muy importante. Y algo que me duele mucho es la manera en que por coerción de un medio externo, terminan externando una desaprobación general. Aún me queda un camino un tanto largo para aprender a lograr que la expresión de su desilusión por mis decisiones y sus consecuencias no me duela... me duele porque en lo profundo siento que deberían de ser las primeras personas en salir a defender mi manera de ser diferente ante otros, siquiera por cariño. Pero en verdad, por una responsabilidad extraña que no entiendo del todo (que siempre usan de motivo cuando vienen a hacerme reclamos) siempre termino siendo juzgada de modo reprobatorio por aquello que decido hacer de un modo distinto.

Sé que han vivido otros tiempos y de otro modo, sé que sus experiencias les claman por los beneficios de la aprobación de otros... que no saben vivir más que en una sociedad que considero codependiente.... pero sé que puedo vivir de otra manera... una an la que soy más libre (o eso creo).

Quizás son fantasías y sueños de alguien que está loco.

Y sí, ESTOY LOCA!. Y disfruto de mi locura a cada momento :)

Sobre todo porque, en mucho, me hace feliz.

He de saber que si muchas cosas me hacen infeliz es porque elijo que así sea. Quizás es el consuelo de los tontos, pero me parece más lógico y natural reconocer eso que querer cambiar para complacer a todos y a través de la aprobación general, buscar una felicidad que cuesta demasiado mantener. Y que el mismo principio puede ser aplicado a los demás. Que cada quien es responsable de lo que siente, y no puede responsabilizar a los demás por ello.

Casi siempre que hago algo que no quiero hacer, que no muestro lo que en verdad soy... es un reflejo de lo mucho que desconfío... de casi todo y de casi todos. Es raro que sea honesta... o mejor dicho, que considere seguro el serlo. De todas formas, casi siempre no sirve de nada y termina por darle armas a otros para terminar convirtiéndose en obstáculo para  lo que quiero. Como no hay nadie más que yo que deba velar por lo que quiero, no puedo confiar en casi nadie que no sea yo.

Y sí, a veces quiero amigos, familia, cómplices, personas con quienes compartir esfuerzo, voluntad, proyectos... pero despierto, abro los ojos, y me doy cuenta que para eso estoy solo yo... Sería mucho más estúpido pretender que otros quieran lo que yo quiero como yo quiero, y para mí.

Poco a poco he dejado de esperar que haya quién me defienda, quién me cuide, quién me ayude.... y en su lugar he creído, con cada vez más fuerza, que habrá lo contrario (aunque no necesariamente porque sólo busquen perjudicarme). Por ello ando como "El caballero de la armadura oxidada"... siempre con la brillante armadura puesta, mirando en todas direcciones y partiendo en todos los caminos a la vez.

En resumen, vivo a la defensiva.

Y esto, muchas veces, colocará a muchas personas ante el filo de mis garras, dolientes porque he defendido lo que sólo yo debo defender. Y aún así... tan fácil que hubiera sido salieran del camino de ellas, antes que esgrimir sus reclamos como modo de hacerme sentir culpable. No... nunca más. No vuelvo a limar mis garras por no herir a quien se pone en el camino. Lo siento, prefiero el dolor ajeno al mío, sobre todo porque sé que sólo yo estaré para lamer y curar mis heridas. Y no quiero perder mi tiempo en ello.

Supongo debería olvidarme de alguno que otro de mis caprichos y continuar. Al fin y al cabo, no me hacen falta en lo absoluto, por eso son caprichos. Quizás debiera dejar ir alguna que otra promesa oxidada por el incumplimiento y dejar de buscar una justicia que no existe en un equilibrio que nunca hubo. Dejar de creer en alguna que otra Quimera por perseguir algo más realista.

Pero, como siempre, a veces alguna fracción de mi enorme idealismo me gana, aunque lograr tal ideal signifique tener que depender de más personas que yo misma.

En serio, no creo en las relaciones humana, y mucho menos que sean perfectas, ya que el mismo ser humano es imperfecto. Y sólo la constancia y el común acuerdo, mientras dure la voluntad de llevarlo a cabo, dirá cuánto duren las cosas.

Quizás, al final, una antigua idea que tuve alguna vez sea cierta. Los seres humanos, por el sólo hecho de existir, somos un cúmulo de problemas... que sólo nosotros mismos debemos resolver, a nuestra propia satisfacción, con nuestros propios medios y métodos... y tal vez sea así como en verdad aprendemos.

martes, 12 de junio de 2012

Impresiones

Hoy vuelvo a este, mi blog, con una opinión más, derivada de un post que redacté por pura inspiración del momento. Como siempre, solo vaciando la idea de mi mente de la manera más clara que se me ocurrió entonces.


"Otra cosa que no debo olvidar:




No te compres los problemas de OTROS como propios. 


Ni los vas a resolver (porque no te corresponde hacerlo, y si lo haces no estás ayudando realmente a la(s) persona(s)...


Y cuando veas que no puedes resolverlos, estarás infeliz por algo que NO TE CORRESPONDE."






Y en verdad es algo que he tenido que grabar en mi cabeza, a fuerza de ver que mis esfuerzos por otros generalmente resultan en tensionarme, además de que me distraen de ocuparme de mí misma y de mi vida.

Quizás una ideología aparentemente egoísta me ayude a salir de mi aparentemente perenne amargura.

Además, en el fondo, no recuerdo muchas épocas de mi vida en las que estuviera de fondo dispuesta a ser infeliz por que otros fueran felices.

Quizás ha llegado la hora en que deje de consentir y malcriar tanto a otros al ajustarme a lo que quieren y desean.

¿Qué gano yo con eso?... muchas veces ni saben lo que quieren, ni lo que esperan, o cambian de opinión a los cinco minutos... y yo, tontamente, acabo sintiendo que hice algo mal.

Y la verdad es que CADA QUIEN ELIGE CÓMO SE SIENTE ANTE LO QUE VIVE.

Eso me da responsabilidad sobre mis sentimientos, sí. Y he de confesar que no es algo muy fácil de aceptar y poner en práctica, pero me parece que es cierto.

Y no tengo porqué ir y congraciarme con quien no comparte mi opinión. Por algo la opinión es mía.

Y también sé que mis opiniones no tienen porqué gustarle a todos.

Y por ello tampoco tengo que cambiarla porque no les parezca agradable, adecuada o siquiera correcta.



Sé también que todo esto suena a berrinche infantil. A mí me lo parecía al principio, cada vez que lo penaba, y mucho tiempo luché contra ello, sólo para ser más y ,más infeliz.

Al menos ahora siento que alguien (osea YO) sale en mi defensa ante el disgusto y molestia ajenos, ante aquellas actitudes que siento desean que cambie mi parecer, que me retracte, que pida disculpas y compense el daño hecho por mis ideas.

¡pero si ese daño han elegido sentirlo por su desagrado por mis ideas!... no les afecta directamente más que a su ego o a su visión de cómo quieren que sea el mundo o cómo quieren que reaccione ante las cosas.

Entonces, muy a mi pesar, debo reconocer que son ellos quienes están haciendo berrinche... y que no tengo motivos para seguirles la corriente. No tengo motivos para humillarme porque deseen lo haga y sus egos estén satisfechos por ello.

Es cierto, esto me va a crear muchas divisiones con muchas personas. Pero la verdad es que esas divisiones ya estaba allí, y en vano me esforzaba por maquillarlas de amistad, de compañerismo, de afecto y muchas cosas más que en verdad dudo que sientan por mí.

Al menos habrá mil cosas más que me callaré... aunque algunas las expresaré en su momento, y quizás solamente en donde me sienta cómoda de expresarlas.

He aprendido que no tengo porqué tener contento a todo el mundo, hagan o no un drama por ello.

El mundo tampoco me tiene contenta todo el tiempo, ni tiene porqué hacerlo.

Me encantaría mi entorno fuera distinto, las personas de mi mundo fueran diferentes... (aunque muchas me encantan tal y como son).

Pero en verdad debo aprender a aceptar mi mundo y a cambiar solo aquello que me corresponde.

Sé que seguiré esforzándome por ayudar a los demás a ser felices, en la medida que me sea cómodo. (no voy a mentir en esto... es la forma más honesta que tengo de expresarlo).

Ya si ellos quieren o no ser felices es su problema.

Y si creen que enojándose y/o molestándose conmigo van a lograr algo, lo más seguro es que termine por ignorar su enojo y recordarles ellos son responsables por ello, no yo.

Es cierto, soy necia y terca y me cuesta mucho trabajo reconocer mis errores, y más aún enmendarlos. Pero mis opiniones NO SON UN ERROR. Son sólo eso, opiniones.

Podrá molestarme mucho que no concuerden conmigo, pero no por eso busco que cambien de opinión... (o al menos me esfuerzo un poco en evitarlo).

Y también tengo derecho a molestarme. Quizás no a compartirle mi molestia a otros... pero también hay cosas que pueden no gustarme, por mis propios y muy personales motivos.

Supongo en verdad no me gusta soportar que otros estén molestos conmigo. Mi primer deseo es resolver el problema, en mucho porque me es muy incómodo estar con alguien que está molesto conmigo, y trato de pasar a otra cosa lo más pronto posible... antes de que me moleste yo también y por instinto de conservación inicie un contraataque.

En el fondo, siempre he sentido la molestia de otros, dirigida a mí, como una agresión.

Y de nuevo, esto es solo mi sentir, mi opinión.

Pero ya me estoy hartando de mi conducta de puercoespín. O me dejo herir o hiero a los demás. Creo que debe haber otra solución. Y esa, por el momento, es ignorarlos. Cuando ya no estén molestos y quieran hablar, entonces hablaré con ellos. LO CUAL NO GARANTIZA QUE YO CAMBIE MI OPINIÓN O MI SENTIR RESPECTO A LAS COSAS.

Lo cual es una realidad válida para todo el mundo.

Sí, soy una persona complicada, caprichosa, terca, algo berrinchuda, mandona, metiche y quién sabe cuántas cosas más. Pero en verdad no quiero problemas con nadie, y aunque las soluciones que se me ocurran sean a veces absurdas, radicales, utópicas, irrealizables, poco prácticas o simplemente erróneas,... al menos hago el esfuerzo de pensar en una solución.

Esta vez, en este período de mi vida... después de al menos intentar darle la razón a todo el mundo antes que a mí misma, estoy invirtiendo los papeles. Quiero al menos saber si es algo que debí haber seguido haciendo toda mi vida. Porque es ¡MI VIDA!.

Y en una duda que me parece válida me pregunto: ¿Quién si no YO podría tener la responsabilidad, el conocimiento pleno y la razón al tomar decisiones sobre MI VIDA?.

Y como diría una canción de Mecano:

"Si no gusto, ya sé lo que hay que hacer... que con mis piedras hacen ellas su pared".

Es decir... si no lo compartes, de nada sirve lo ataques con tu enojo... habemos quienes ignoraremos ello y seguiremos haciendo nuestras vidas, con o sin tu molestia.

Y bueno, no me resta más que agradecer la paciencia de quien lea esto. Como siempre, son sólo impresiones, ideas y sentimientos vaciados en este blog. Si a alguien le sirven de algo, al menos habrán contribuido un poco al Universo, jeje.

Y me es más cómodo esto que el papel.

Matta ne!  =)

jueves, 7 de junio de 2012

Reflexiones

Estaba justamente pensando en algo que aprendí hace poco...

Algo que, curiosamente, ya había pensado desde antes.

Una conclusión a la que llegaba tangencialmente, y todo por estar sumamente enojada, furiosa.

Y aunque entonces creí estar de malas contra el mundo, contra quien realmente iba dirigido mi enojo era contra mí misma.

Estaba tan molesta, culpando a todos de todo el daño recibido, de todas las consecuencias negativas de mi vida...

De mi ira, de mi dolor, incluso de mi aislamiento y abandono.

Y he de reconocer que fuí YO quien permitió todo eso.

Claro, hice lo que creí lógico, correcto... me esforcé por convertirme en un cierto tipo de persona "aceptable"...

E ignoré en mucho mis propios impulsos, deseos y aspiraciones.

Reconocerlos, clasificarlos, entenderlos y llevarlos a cabo es una ardua tarea, nada fácil, es cierto.

Y aún en la oscuridad de mi monstruoso egoísmo sé que haré daño... mucho daño.

Y también sé que no me disculparé por ello.



Pareciera un acto malvado, y quizás lo sea. Per he aprendido que no debo ni tengo porqué disculparme por el dolor ajeno. Así como nadie debiera disculparse porque yo elija sentirme herida.

Y aunque es agradable saber que hay quienes se sienten tristes porque algo te duela, es no cambia lo que hicieron para dañarte, ni tu decisión de permitir te doliera o hiciera daño.

Mi fuerza debe radicar en mí misma, en lo que puedo hacer por mí.... y ya no en lo que sacrificaría por otros.

Cada quien es responsable de su propia lucha.

Me ha demostrado la vida, una vez más, que conceptos como la lealtad son demasiado altos para formas de vida menos elevadas que aquellos valores, así que ya no tengo porqué esperar cosas como ésa.

Aunque es bien cierto que agradezco la bondad recibida, a pesar de mi ira y frustración... a pesar del daño que decidí recibir... y que no quiero de nuevo en mi vida.

Es triste, pero sé que lo que menos tengo en la vida son amigas. Lo he aceptado y no pienso cambiarlo ahora. Tengo mucho por trabajar en mí como para pensar en personas en quienes no debería invertir mi tiempo ni mis emociones.

Una vez más, abandono un concepto mundano y arranciado por los tiempos modernos. En un mundo sobrepoblado el respeto a la vida y circunstancias de otros se ha devaluado. El egoísmo ha triunfado y la lealtad que se supone debía permitir cierta medida de respeto se ha desvanecido.

Y lo entiendo. La hierba nueva sobrepasará a la vieja y es el modo del mundo. Pero mala hierba nunca muere, y mis pretenciones de poseer un halo sobre mi cabeza fueron solo eso, patadas de ahogada de una creatura que no se daba cuenta que debía amarse así misma antes que a los demás,

Y no me importa lo obvio. Que se protejan. Serán lo que quieran ser, harán lo que quieran hacer, y no espero se disculpen siquiera por ello.

Y YO TAMPOCO VOY A DISCULPARME POR NADA.

ni por cómo se sientan, o reaccionen, o crean de mí lo que quieran creer.

Una vez más, tengo lo que no es convencional.... y ME GUSTA.

Me gusta sea único, irrepetible. Lo acepto con todo el conflicto que genere. Y no daré marcha atrás. Esta vez no me iré a las sombras a lamer mis heridas o por el bien de quienes no quieren molestarse con mi presencia.

Esta vez me escucho a mí, por encima de las voces ajenas.

Esta vez no me compro aquella idea que dice que "estoy equivocada".

Es MI VIDA. Por lo tanto, me corresponde a mí vivirla... y también el decidir cómo he de hacerlo.

Y no permitiré la decidan por mí. No les daré ese poder.

Pase lo que pase y cueste lo que cueste.

sábado, 19 de mayo de 2012

Sensatez o Sentimientos?


En días como hoy me pregunto con qué sentimos, si con el corazón o con la cabeza...

aunque no creo ambos puedan sentir a la vez... no me los imagino peleados, sino más bien capaces de acuerdos o desacuerdos....

(Malditos libros de inteligencia emocional, me traen pensando en la química y los neurotransmisores... XD)

Pero es bien cierto que muchas veces van por direcciones contrarias.... y cuando uno va por delante con más ímpetu que el otro,  tiene que convencerlo de ir hacia el mismo lado y con las mismas ganas... de lo contrario, nada avanza. (Y para colmo, se pone peor)

Reflexionaba también sobre lo que es el daño recibido... y quién lo causa.

Supongo desde que tengo presente que somos responsables de nuestro destino, que somos nosotros quienes permitimos ser heridos. Somos nosotros quienes le damos entrada y cabida al dolor y a los sentimientos de tristeza, dolor, indignación, angustia, ira y demás...

Así que en verdad no podemos culpar a los demás más que de las decisiones que toman, no precisamente de cómo nos afectan. Eso ya es boleto nuestro.

He visto por ahi un par de imágenes respecto a los desacuerdos entre corazón y cerebro... bastante graciosas, he de decir.

Me hacen preguntarme de nuevo si el orgullo tiene alguna utilidad real, si vale la pena "ponerse los moños" y mostrar indignación y todo el drama que conlleva.

Me sigue pareciendo desgastante y ridículo, y sigo sin creer me lleve a ninguna parte... es más, creo de todas formas, con o sin berrinche, acabo en el mismo lugar.

Creo sigo viendo  la vida de un modo simplista. "Si quieres algo, vé a por ello, esfuérzate... haz lo que puedas por lograrlo..."

pero siempre el miedo y la falta de voluntad se interponen. Me es desesperante una situación así, no sólo verla, sino peor aún, vivirla y darme cuenta de ello.

Y quizás por eso de vez en cuando tomo riesgos ridículos.... pido a cambio cosas aparentemente insignificantes, pero cargadas de significado...

Y siempre acabo igual.

Manteniendo mis promesas silentes, las más profundas, las más emotivas...

Supongo al final no se puede fingir lo que no existe, quizás ése era el mensaje.

Pero cuando el corazón siente, le creo... aunque no sea lo mismo cuando deja de sentir...

viernes, 11 de mayo de 2012

Destino


A veces dan ganas de depositar la culpa en algo externo e inmutable, algo que se lleve la responsabilidad que uno tiene en cuanto al resultado del todo... a veces incluso dan ganas de hacerlo para poder excluír a otros de su responsabilidad también.

Pero irremediablemente después me pregunto: ¿Qué culpa tiene el Universo de todo esto?, ¡Que no acaso el Destino es lo que cada uno hace de su vida a través de sus acciones?.

No es como para creer que se puede preveer todo hasta el más mínimo detalle. La vida es interesante y excitante en su infinito misterio. Es, como alguien una vez me dijo: "La vida es lo que sucede mientras esperamos a que pase algo"

Y con todo lo que sucede, bueno y malo, esperado e inesperado... sigo feliz de seguir viva. Sé que hay un camino delante de mí, aunque a veces no logre verlo, aunque a veces parezca que tomo una serie de desviaciones bastante raras y largas... por algín motivo, ya sea propio o por intuición, sé que voy por la senda correcta... "haciendo camino al andar".

Me tomo este pequeño momento para agradecer a todos aquellos que han caminado conmigo, los que aún caminan a mi lado y hasta por los que aún no cruzan caminos conmigo... ya pronto nos veremos =).

Y aunque reniegue y me queje y le eche la culpa al destino cuando no parece seguir un curso que me haga pensar que el Universo me consiente... es precisamente el destino una de las mayores fuerzas que admiro, a pesar de todo. A través de él, el Universo me ha dado y devuelto muchas cosas, y me ha confirmado algunas de las cosas que son para mí, que son mías, y algunas otras que hay que dar a otros.

Y... bueno... gracias a ti, lector, por llegar hasta aquí y disfrutar de uno más de mis escritos pseudo-filosóficos. =).

Hasta la próxima!!!