jueves, 7 de julio de 2016

ESCRIBO

Escribo por que escribir me dá una necesaria catársis.

Escribir me ayuda a expresar todo lo que se me agolpa en el pecho hasta ahogar mi garganta en un nudo asfixiante.
Escribo porque al escribir mis pensamientos quedan grabados en alguna parte y son futuro referente de mi para entonces antigua sabiduría y conocimiento de las cosas.
La escritura me ayuda a recordar cosas que en algún momendo decidí alejar de mi mente, dejar de tenerlas presentes para que evitaran estorbar a la llegada de una nueva idea o teapa en mi vida.

Escribo porque es magia llevada a la realidad.

La palabra escrita vuelve la idea perecedera en realidad imperecedera, realidad que dura lo que duran las letras en el papel y cuyo impacto llega a la mente de quien las lee, le inspira, le motiva a plasmar alguna idea de alguna manera, aunque sea con el simple hecho de reformarla o editar su forma.

Escribo porque al escribir soy más.

La escritura me dá soltura creativa, me dá la llave para acceder a mi imagibación y sacar de ella más de lo que la palabra hablada me permite. Escribo porque al escribir la reflexión se vuelve más natural y extensa. Escribo porque tras las letras puedo ocultar y revelar a placer, vestido de palabras, términos, adjetivos, verbos, sustantivos, ideas y contexto lo que me plazca, como me plazca.

Escribo porque al escribir soy libre, libre de juicios y opiniones ajenas, de ideas que no son las mías. Soy libre de vestir, revestir o desvestir lo que pienso, de lo que se me ocurra, como se me ocurra.

Escribo sin reglas y sin tiempo, sin inicio ni final.. quizá por ser de naturaleza intempestiva e inconstante.

Escribo porque sin la escritura mi locura es sólo transitoria y sus verdades son intangibles. Escribo porque quiero capturar la esencia de lo mejor me mí: mis ideas.

Escribo porque me gusta y disfruto hacerlo, aunque no sea literata ni sepa a la perfección de coherencia narrativa o del usi correcto de signos de puntuación.

Aunque tenga una letra horrible, cruza injertada de escritura de médico, ingeniero y cualquier otra profesión que tenga la mala fama de tener una letra indigna de llamarse hermosa.

Aunque sólo tenga el don de tener una cuasi perfecta otrografía, pues aún en la computadora o la máquina de escribir incurro en el desvío ocasional de mis dedos sobre alguna tecla incorrecta, callento en lo que llamo "errores de tecleo".

Y sobre todo, escribo porque escribir me trae paz y satisfacciones.

No busco realmente obtener opiniones ni retroalimentación con mi escritura ni con mis escritos. Pero si de algún modo lo logro, será bienvenido el comentario, la crítica y hasta la opinión ajena. Porque no hay mayor ego, que saber que con algo que haces, has logrado tener impacto más allá de ti.

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